l

Últimos Posts

Flores o GarcíaSilvio Rendon
El tercer piso del andamiajeSilvio Rendon
Asimilando la ideaSilvio Rendon
El empate técnico trasciendeSilvio Rendon
Promesas costosasSilvio Rendon
De Fujimori a Toledo: de las Privatizaciones a los...Silvio Rendon
La libre desafiliaciónSilvio Rendon
NacionalismoSilvio Rendon
Las posibilidades de PaniaguaSilvio Rendon
Sobre "La Sociedad Sigma" de Adolfo FigueroaSilvio Rendon

.  

.  
.   .  
.  
. . .     .    

.    

.

25 mar. 2006

Fujimori-Toledo-Humala: de familia en familia Por Silvio Rendon

Cuando no se tiene un grupo político organizado, un pensamiento político meditado, y aún así, una persona se lanza a la presidencia en un país que percibe a la improvisación como una virtud, ¿a quién recurre para gobernar? Conocidos, amigos y, siempre ahí, la familia:
  • Fujimori recurrió al apoyo de su esposa para su campaña electoral. Al poco tiempo de ganar las elecciones la cúpula del poder se llenó de sus parientes. Hasta ahora los tenemos: hermanos, hijos, novias..
  • Toledo se casó por segunda vez con su ex-esposa, quien tuvo un rol muy activo en su campaña electoral. Al poco tiempo de ganar las elecciones los tuvimos a todos en la cúpula del poder: hermanos, primos, sobrinos...
¿Qué les queda a los outsiders? No tienen organización, no tienen doctrina. (Ah sí, existe un Partido Nacionalista Peruano). Tienen que improvisar en base a lo que tienen cerca, y lo que tienen cerca por ahora es gente advenediza, en muchos casos oportunista. Su nucleo duro resulta ser una institución tan antigua como la familia.

El caso de los Humala es curioso, pues es evidentemente un proyecto familiar: rebelión militar de dos hermanos en Locumba, medio de difusión familiar como "Ollanta", dos hermanos candidatos a la presidencia, uno preso, declaraciones de toda la familia (padre, madre, hermanos). Obviamente, que tienen sus allegados, simpatizantes, candidatos a curules, redactores de planes, y demás partidarios, pero la voz cantante la tiene la familia. Queda por ver si, de llegar al gobierno, continúan con la tradición iniciada en el Perú hace dieciséis años por dos outsiders de familias amplias. Hasta el momento, van camino a eso, sólo que los grandes teatros mediáticos se están dando antes de las elecciones, no después como pasó con Fujimori y Toledo. Un lujo que se pueden dar, tal vez.

Actualización: Y hablando de suspicacias, muy bueno el artículo de Bruno Seminario: La Doctrina de la Sospecha Sistemática:
Las nuevas reglas del juego político que Fujimori estableció parece haber tenido consecuencias devastadoras sobre la conciencia de los electores y sobre la calidad de las distintas propuestas programáticas. Ello es así, porque los que eligen, según las nuevas reglas, no pueden usar como orientación los planes de gobierno ni creer en sus declaraciones de los políticos profesionales, sino en juicios sobre su probable comportamiento futuro. Al no tener ninguna garantía de que el candidato va, en efecto, a hacer lo que dice su programa, le resulta más sensato basar su decisión electoral en otros procedimientos. El problema es que estos juicios, con facilidad, se transforman en delirio, es decir, en desenfrenados pero vanos ejercicios de nuestra poderosa imaginación. Con ello desaparece la base racional de la política y ésta muta en un juego de manipulación de emociones, miedos instintivos o negros resentimientos.
Es verdad. Estamos ante una decisión bajo incertidumbre. El candidato puede no cumplir con nada de lo que prometa. No pasa nada....

Actualización 2: Mirko Lauer también nos cuenta algo de la familia Humala en relación a las panakas gobernantes anteriores:

Cuando no todo queda en familia
Mirko Lauer
Peru, Domingo 26 de Marzo del 2006

(...) ¿Podemos imaginar a esa parte de la familia diciendo y haciendo de las suyas en un hipotético gobierno de Ollanta Humala? La verdad que sí, por lo menos un poquito. Alejandro Toledo logró controlar el daño político que producía su familia, pero algo siempre se colaba por entre los días. La familia Humala no parece de las que se deja comandar con facilidad, y menos en plena campaña.

Lo único rescatable de la actitud de mamá, papá y Antauro es una obvia indiferencia respecto de cómo le va al hijo y hermano candidato. En el 2001 un solo guanaco de Harvard probablemente decidió la suerte de la candidata Flores. No sabemos en qué momento puede aparecer la gota de baba que rebalse el vaso. Pero es cierto que los Toledo abrieron cierta trocha, y que el público está algo acostumbrado.

Pero igual las pachotadas se están acumulando, y comprensiblemente no todos las toman con humor (por ejemplo los homosexuales, las víctimas del terrorismo y los dueños de los medios). Todo se va sumando a la cuenta de impredictibilidad del candidato, cuyos propios planteamientos ya son de por sí polémicos para una mayoría de la población.

Efectivamente, las pachotadas se están acumulando. Todo se paga.

Actualización 3: En Perú 21 sale una entrevista a Ollanta Humala. Se le pregunta directamente sobre su familia:
¿No teme que en un gobierno nacionalista su familia se convierta en un lastre, como le ocurrió a Toledo?
He dicho que el tema de mi familia para mí está cerrado y solo por consideración le digo que no hay nada más ajeno a la realidad porque yo no voy a gobernar con mi familia. La familia Humala no va a tener ninguna injerencia en lo que es un gobierno nacionalista, nosotros vamos a gobernar sobre la base de instituciones, de gente capaz, sin discriminaciones de género, porque también ahora dentro de la guerra sucia quieren tildarme de homofóbico y yo no lo soy. ¡Semejante barbaridad en pleno siglo XXI! Lo que digan mis padres es de ellos, ellos no postulan a nada, no son parte del partido, no son parte del proyecto, y en un gobierno nacionalista no van a ser parte del gobierno.
¡Ufff! Qué alivio. Todo está aclarado. Ya podemos estar tranquilos.