Las derechas en la segunda vuelta Por Silvio Rendon
Hoy leemos dos artículos con perspectivas contrapuestas, pero ambos preocupados por lo que ocurre con las derechas en el Perú. Humberto Campodónico en La República se pregunta ¿La derecha va a seguir gobernando?:
En lo que, evidentemente, coinciden Campodónico y Tafur en dirigirse al partido aprista e invitarlo a una definición, sólo que en sentidos opuestos. Son los seguidores de García los que sí deben estar optimistas y felices de ser el centro de atención de todos....
Actualización: En la misma línea de Humberto, Javier Diez Canseco escribe en La Primera ¿Está la derecha huérfana de candidato?:
"Experiencia no les falta, pues, sin ganar elecciones (más bien las pierden), siempre se las arreglan para estar en el poder".Según esta visión:
Desde antes del debate del domingo, la tristeza inicial de la derecha por la derrota de su candidata Lourdes Flores poco a poco se tornó en optimismo.
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Perdieron las elecciones pero no quieren que el Estado tenga un rol promotor ni mejorar su rol regulador promoviendo la competencia, ni potenciar la actividad empresarial del Estado en los sectores estratégicos (Petroperú, ENAPU). Tampoco habría que recuperar la renta de los recursos naturales, no se deben pagar regalías ni tampoco impuestos a las enormes sobreganancias petroleras y mineras.
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El porqué de esta contraofensiva de los derrotados tiene una explicación. Para obtener los votos de la derecha, sobre todo en Lima, el APRA ha morigerado su discurso y ahora plantea un continuismo neoliberal corregido. Para ello, se desmarca de las propuestas de Humala de recuperar los recursos naturales para el país, modificar el régimen económico de la Constitución y el TLC con EEUU.
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No solo eso. Ya se vocean nombres para el continuismo: Luis Carranza, ex asesor de Joy Way y funcionario del Banco Continental (Bilbao Vizcaya y el Grupo Brescia), podría ser ministro de Economía. Analizando estos giros, Jurgen Schuldt escribió que el APRA habría pasado "del cambio responsable al continuismo irresponsable".
La cuestión es que después de 48 meses de mejora en los indicadores macro (crecimiento económico, aumento de las exportaciones, estabilidad fiscal y monetaria, baja inflación y aumento de las inversiones), esta política económica fracasó.
La mayoría votó por un cambio en las relaciones con el poder económico para establecer nuevas bases de crecimiento que permitan, a la vez que se mantienen los equilibrios macro, recuperar ingresos tributarios para los programas sociales que reduzcan la pobreza y la desigualdad e implementar políticas sectoriales que generen empleo, lo que ahora no sucede. O sea, votaron para que la derecha perdedora no siga gobernando.
- a pesar del crecimiento que experimenta el país la política económica habría fracasado, ya que la mayoría habría votado por un cambio;
- la "derecha" está optimista, pues el APRA representaría ahora el "continuismo neoliberal corregido".
- El criterio para evaluar una política económica son sus resultados. Hay resultados muy buenos, sobre todo si se los compara con los de los anteriores gobiernos, en particular el de García en los ochentas. El cuello de botella está en la redistribución y en la frivolidad de Toledo, quien no se hace querer. Tampoco es cierto que la "mayoría ha votado por un cambio", pues. De hecho, el proceso electoral no ha concluído. Desde luego, no es cierto que la mayoría haya votado por Humala, quien supuestamente representaría "el cambio". La mayoría tiene que votar todavía...
- Para una versión disonante sobre Humala como "candidato del cambio" ver El candidato de los nuevos ricos de Carlos Adrianzén:
El florecimiento de los sectores más competitivos ha dejado en mal pie a los sectores acostumbrados a subsistir gracias a regalitos de los gobernantes de turno. Amenazados de muerte por la consolidación de un TLC, habrían decidido entrar en la política. Su candidato sabe lo que ellos necesitan con desesperación. Para seguir vendiéndonos productos malos caros, requieren alejar el TLC; y para recibir insumos subsidiados y comprar barato inversiones confiscadas con fondos a nunca pagar, nada mejor que legislación heterodoxa de "libre" competencia y muchas nacionalizaciones o expropiaciones "estratégicas".
Ácido como siempre, Adrianzén dice algo que es muy cierto: no es que lo que nos propone Humala sea algo que no se haya hecho en materia de política económica. Por el contrario, es más viejo que la ruda, no ha funcionado y es contraproducente. - El APRA tiene que definir lo que va a hacer. Ya se sabe que se puede orientar más a la izquierda o más a la derecha. ¿Cuál es la sorpresa? Estamos en plenas elecciones. Su definición es parte del proceso. En tal sentido, es lógico que se desmarque de las propuestas de Humala.
- Las derechas están pasando por una crisis inocultable. Están redefiniendo campos, alianzas, responsabilidades por la derrota en primera vuelta. ¿Quién está contento en la derecha? No veo a nadie. Ya sería bueno que las izquierdas pasen por una crisis similar.
- ¿Qué tanto encono con Lucho Carranza? Podrían decir también "vice-ministro de economía y co-director de Banco Central de Reserva durante el el gobierno de Toledo". ¿Y? ¿Y si mejor nos preguntamos si lo hizo bien o lo hizo mal? En mi opinión, Lucho es un excelente economista y es una buena señal que pueda ser ministro. No veo por qué una posible discrepancia deba llevar a tal descalificación. Imaginemos al APRA poniendo de ministro al "revolucionario" César Vázquez Bazán, y ya veríamos cómo les va, no sólo a ellos electoralmente, sino al país en caso que agarren el gobierno.
Si la derecha insiste en la postura resentida que viene expresando frente al APRA, al albergar en su seno íntimo la convicción de que los personeros apristas le quitaron el pase a la segunda vuelta en las urnas, va a construir –ante el eventual y probable triunfo del partido de la avenida Alfonso Ugarte el próximo 4 de junio– el escenario perfecto para que se configure una alianza de gobierno que ya algunos “consejeros” extraoficiales de Alan García le vienen sugiriendo, como es cogobernar con Humala.Así están las cosas. Lejos de estar "optimista" como la pinta Humberto, la "derecha" (que siempre son los otros, no uno) anda preocupada, con acusaciones de "resentimiento, irresponsabilidad, negligencia, suicidio".
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La distancia premeditada que hoy muestra la derecha –expresada de alguna manera por algunos voceros a favor del voto en blanco– es suicida. Es negligente, irresponsable.
En lo que, evidentemente, coinciden Campodónico y Tafur en dirigirse al partido aprista e invitarlo a una definición, sólo que en sentidos opuestos. Son los seguidores de García los que sí deben estar optimistas y felices de ser el centro de atención de todos....
Actualización: En la misma línea de Humberto, Javier Diez Canseco escribe en La Primera ¿Está la derecha huérfana de candidato?:
Por ello, los coqueteos entre Alan García –ya olvidada su campaña contra Lourdes Flores, “la candidata de los ricos”– y la derecha se intensifican. Los voceros de transnacionales y grandes empresas multiplican declaraciones de apoyo, mientras los medios periodísticos que controlan se juegan por Alan para la segunda vuelta.Si este es el argumento, ¿por qué no apoyar abiertamente a Humala? Él sí tiene técnicos no "neoliberales", aunque trabajaron con Kuczyinski. ¿Qué les impide optar? ¿Qué derecha es esta que está tan dividida y a la vez resulta ganadora sólo porque un par de técnicos se suman a un posible gobierno? Lo he dicho antes. Tal vez el APRA deba llamar a sus propios técnicos y ya veríamos cuánta confianza dan al país. Además, García en el debate con Humala declaró "lo bueno debe continuar". ¿Cuál es la gran sorpresa?
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Hasta Fujimori y Montesinos juegan su papel con declaraciones funcionales a García. Mientras Alan declara que convocaría como ministros a connotados representantes de la derecha, como Luis Carranza, ex viceministro de Kuczynski, y Luis Felipe Arizmendi, miembro central del equipo económico de Unidad Nacional. Todo indica que con García tendremos cinco años más de neoliberalismo, que ha hecho más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
¿Qué milagro hace que la derecha, siempre derrotada electoralmente, se las arregle para meterse por los palos y terminar gobernando? Su poder económico y su pragmatismo. Cierto, Alan no era la primera opción para la derecha, que prefería a Lourdes Flores.
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García sabe que se llega a Palacio de Gobierno con un discurso de izquierda pero se gobierna desde la derecha. Su discurso de “reivindicación responsable” es una jugada electoral ante la explosión de las demandas sociales y el repudio popular a la derecha, que capitaliza Humala.
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No nos hagamos responsables de que no haya cambio. No endosemos la candidatura del camaleón de los ricos.
Etiquetas: Política
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