Aproximación analítica a lo cholo (Primera parte) Por Daniel Salas
Inspirado por este post de Javier Gárvich, he decidido escribir dos post sobre lo que pienso respecto de "lo cholo".
Esta primera intervención no toca casi nada de lo que dice Gárvich. Se trata, simplemente, de una cuestión previa antes de entrar en la discusión, una cuestión previa que considero necesaria a fin de descartar una confusión futura. Consiste en la siguiente proposición que paso luego a demostrar:
"Lo cholo no es equivalente a lo peruano".
Explicación:
Las categorías tienen como finalidad distinguir. La categoría "peruano" distingue a los peruanos de los argentinos, los colombianos, los serbios, etc. Tú eres peruano en la medida en que te encuentras frente a otras personas que no lo son.
Si todos los peruanos son cholos, entonces el término "cholo" se hace equivalente a "peruano". Las expresiones del tipo "Oye, cholo, vamos a tomarnos una cerveza" significarían lo mismo que "Oye, peruano, vamos a tomarnos una cerveza".
Uno es peruano en la medida que existen los no peruanos. De la misma manera, uno es cholo en la medida en que existen los no cholos.
Entonces, allí subsiste la posibilidad del vocablo de discriminar. "Discriminar", por cierto, no siempre es una operación racista: en un sentido lato, "discriminar" significa "distinguir". Tú puedes discriminar a tu amigo como cholo en tanto que lo percibes diferente del asiático, del negro, del blanco, etc. Sólo cuando la discriminación implica una valoración prejuiciosa de la persona en razón de tal distinción, se puede hablar de discriminación racista. Dicho de otra manera, todo uso de la palabra "cholo" es discriminatorio pero no toda discriminación es un prejuicio racista. "Cuando te llamo "cholo" no te discrimino", diría Gárvich. Esa es una meridiana verdad, nacida de la confusión entre "discriminación" y "discriminación racista". Tal vez no me discriminas prejuiciosamente (no eres racista) pero estableces una diferencia racial de todas maneras.
En efecto, la categoría "cholo" posee originalmente un sentido despectivo que trata de ser revertido en los llamados "sentidos afectuosos" y en la vindicación de la "choledad" como rasgo identitario de los peruanos. Estos usos existen y no pueden calificarse de racistas pero (este es el punto capital de mi análisis) no terminan de borrar la diferencia.
Esta primera intervención no toca casi nada de lo que dice Gárvich. Se trata, simplemente, de una cuestión previa antes de entrar en la discusión, una cuestión previa que considero necesaria a fin de descartar una confusión futura. Consiste en la siguiente proposición que paso luego a demostrar:
"Lo cholo no es equivalente a lo peruano".
Explicación:
Las categorías tienen como finalidad distinguir. La categoría "peruano" distingue a los peruanos de los argentinos, los colombianos, los serbios, etc. Tú eres peruano en la medida en que te encuentras frente a otras personas que no lo son.
Si todos los peruanos son cholos, entonces el término "cholo" se hace equivalente a "peruano". Las expresiones del tipo "Oye, cholo, vamos a tomarnos una cerveza" significarían lo mismo que "Oye, peruano, vamos a tomarnos una cerveza".
Uno es peruano en la medida que existen los no peruanos. De la misma manera, uno es cholo en la medida en que existen los no cholos.
Entonces, allí subsiste la posibilidad del vocablo de discriminar. "Discriminar", por cierto, no siempre es una operación racista: en un sentido lato, "discriminar" significa "distinguir". Tú puedes discriminar a tu amigo como cholo en tanto que lo percibes diferente del asiático, del negro, del blanco, etc. Sólo cuando la discriminación implica una valoración prejuiciosa de la persona en razón de tal distinción, se puede hablar de discriminación racista. Dicho de otra manera, todo uso de la palabra "cholo" es discriminatorio pero no toda discriminación es un prejuicio racista. "Cuando te llamo "cholo" no te discrimino", diría Gárvich. Esa es una meridiana verdad, nacida de la confusión entre "discriminación" y "discriminación racista". Tal vez no me discriminas prejuiciosamente (no eres racista) pero estableces una diferencia racial de todas maneras.
En efecto, la categoría "cholo" posee originalmente un sentido despectivo que trata de ser revertido en los llamados "sentidos afectuosos" y en la vindicación de la "choledad" como rasgo identitario de los peruanos. Estos usos existen y no pueden calificarse de racistas pero (este es el punto capital de mi análisis) no terminan de borrar la diferencia.
Etiquetas: análisis del lenguaje, choledad, cholo, Discriminación
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