Una vaca cualquiera Por Daniel Salas
Hay frases, que puede acabar con cualquier debate serio. Si, por ejemplo, dos personas están discutiendo sobre cosmología y, de pronto, una de ellas, suelta la tesis de que su oponente no está capacitado para discutir porque es cholo, es obvio que el debate racional se acaba y que lo que sigue puede ser (incluso legítimamente) la bronca a puñetazo limpio.
El / los columnista/s que firman con el seudónimo de La Vaca Profana ha escupido esta sentencia en su supuesto balance del 2006:
Esta reseña no estaría completa sin mencionar la consolidación de los blogs o bitácoras electrónicas como espacio de discusión literaria. Dos páginas capitalizaron la atención del público lector y atrajeron sus comentarios pues se trata de posiciones radicalmente opuestas respecto del debate literario: Puente aéreo de Gustavo Faverón y Puerto El Hueco, obra de anónimos bloggers apodados los Dintilhac. El primero en serio (desde el autoritarismo en epistemología), y los otros en clave sarcástica y hasta ofensiva (canibalizando y carnavalizando a los primeros), pasaron revista a los principales sucesos literarios, entre ellos, los debates sobre la dicotomía criollos-andinos (si esta oposición existe fuera de la mente de algunos), la presencia de “argollas” o “grillas” en los medios de difusión cultural, ¡incluso la identidad de esta vacuna comentarista! Por sobre la relevancia o no de los temas tratados, cabe señalar que la sola habilitación de un nuevo medio de comunicación electrónico para fines relativos a la cultura, con todos sus pros y contras, es digna de reconocimiento, pues permite medios de expresión baratos y de importante alcance para sectores de la población tradicionalmente limitados a una postura pasiva o a una intervención limitadísima en el quehacer literario (meros testigos de las opiniones vertidas en prensa o en televisión por “mandarines” aislados de todo feedback).
Si la Vaca Profana considera que el blog Puerto el Hueco se dedica a pasar revista a los principales sucesos literarios y lo incluye entre los blogs con fines relativos a la cultura, ya todo debate con ese animal ha terminado. Habría que pasar a lo siguiente.
El / los columnista/s que firman con el seudónimo de La Vaca Profana ha escupido esta sentencia en su supuesto balance del 2006:
Esta reseña no estaría completa sin mencionar la consolidación de los blogs o bitácoras electrónicas como espacio de discusión literaria. Dos páginas capitalizaron la atención del público lector y atrajeron sus comentarios pues se trata de posiciones radicalmente opuestas respecto del debate literario: Puente aéreo de Gustavo Faverón y Puerto El Hueco, obra de anónimos bloggers apodados los Dintilhac. El primero en serio (desde el autoritarismo en epistemología), y los otros en clave sarcástica y hasta ofensiva (canibalizando y carnavalizando a los primeros), pasaron revista a los principales sucesos literarios, entre ellos, los debates sobre la dicotomía criollos-andinos (si esta oposición existe fuera de la mente de algunos), la presencia de “argollas” o “grillas” en los medios de difusión cultural, ¡incluso la identidad de esta vacuna comentarista! Por sobre la relevancia o no de los temas tratados, cabe señalar que la sola habilitación de un nuevo medio de comunicación electrónico para fines relativos a la cultura, con todos sus pros y contras, es digna de reconocimiento, pues permite medios de expresión baratos y de importante alcance para sectores de la población tradicionalmente limitados a una postura pasiva o a una intervención limitadísima en el quehacer literario (meros testigos de las opiniones vertidas en prensa o en televisión por “mandarines” aislados de todo feedback).
Si la Vaca Profana considera que el blog Puerto el Hueco se dedica a pasar revista a los principales sucesos literarios y lo incluye entre los blogs con fines relativos a la cultura, ya todo debate con ese animal ha terminado. Habría que pasar a lo siguiente.
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