El inevitable sinceramiento aprista Por Silvio Rendon
Quienes abrigaban alguna esperanza sobre el cambio de García, se han ido y se están desencantando poco a poco. El último desencanto lo encuentro en Nuevo caballazo a la vista de Mirko Lauer. Bueno, los más cercanos y más débiles son los primeros en caer.
Por otro lado, hay un sector de la derecha que le entra. Le entró a García en su primer gobierno, a Fujimori, a Toledo, y ahora le entra al renovado García. Ellos han ido cambiando y dando la espalda a cuanto gobierno o candidato/a (Bedoya, Vargas Llosa, Flores) encumbraran. Eso sí, darle la espalda a ellos como hizo García es intolerable. Otro sector, más principista, más constante, no le entra y ahí queda, sin vigencia, out, apestado/a, hasta que vuelve a ser bueno/a. El caso más notable en esta línea fue el de Belaúnde. La división es clara. Lourdes Flores recientemente ha declarado que los empresarios están "totalmente echados" al gobierno. Leamos Los políticos de los ricos de Álvarez en Perú 21:
La cabra tira al monte; el caso de García y de su partido es un ejemplo de ello. Por motivos electorales y de darse una credibilidad de arranque la disimularon y no tan bien. Pero el tiempo apremia. Las cortinas de humo se agotan y hay que mover ficha. No se llega al gobierno para darle el poder a otros, y lo que ocurra con esa entelequia abstracta, para ellos, que se llama país, cual Clark Gable a Victoria Leigh, les importa un comino. Veamos
Actualización: Sobre Flores una vez más. Leemos a Woodman: Woodman: Críticas de Lourdes son injustas:
Por otro lado, ¿resulta que para trabajar por el país hay que estar en el gobierno? En una democracia los partidos que pierden las elecciones van a la oposición y desde ahí proponen alternativas. Es lo más normal y democrático del mundo, especialmente con los que nos pidieron su apoyo para ser vicepresidentes. No es que todos tengan que gobernar.
Definitivamente, este señor, gran pasivo para Flores en la campaña electoral, utilizado por los apristas como tiro al blanco, no se caracteriza por la lealtad. Contrasta con estilos como los de Belaúnde, quien se abstuvo de algunas elecciones importantes, como las de la Constituyente de 1978 y las del Congreso Constituyente de 1992.
Aquí hay un tema, y es que Flores pertenece al sector que le entra, que cogobierna, pero está en una actitud de oposición tanto a García como a su gente. Tendría que buscar reconstituirse internamente primero, y desde ahí jugar su papel de oposición democrática. Debería buscar que sus palabras suenen más a algo constructivo al país que un ataque en solitario contra sus ex-aliados.
Por otro lado, hay un sector de la derecha que le entra. Le entró a García en su primer gobierno, a Fujimori, a Toledo, y ahora le entra al renovado García. Ellos han ido cambiando y dando la espalda a cuanto gobierno o candidato/a (Bedoya, Vargas Llosa, Flores) encumbraran. Eso sí, darle la espalda a ellos como hizo García es intolerable. Otro sector, más principista, más constante, no le entra y ahí queda, sin vigencia, out, apestado/a, hasta que vuelve a ser bueno/a. El caso más notable en esta línea fue el de Belaúnde. La división es clara. Lourdes Flores recientemente ha declarado que los empresarios están "totalmente echados" al gobierno. Leamos Los políticos de los ricos de Álvarez en Perú 21:
(...)los empresarios sienten que AGP es 'su presidente' y están encantados con él.Leamos, también en Perú 21, a Federico Salazar Lourdes descubre la pólvora:
Un caso interesante es el de Arturo Woodman, cuya participación en la plancha de UN fue utilizada por el Apra como la señal de la sólida relación de Flores con los ricos. Hoy, sin embargo, este es funcionario del gobierno aprista, como antes lo fue del fujimorismo.
La ex candidata, con retraso de algunos siglos, descubre la pólvora. ¿Ha habido algún gobierno durante el cual los empresarios no hayan coqueteado con el gobierno de turno?El único tema es que no todos los que están "totalmente echados" son empresarios. Algunos son políticos, otros son periodistas, otros son intelectuales. En fin, el tema es que ya hay señales de desencanto y esto porque el gobierno los está desencantando. Los/as que se suben al carro comienzan por ser los/as vivos/as del paseo, para acabar siendo los/as más tontos/as.... Los/as tontos/as y apestados/as recuperan su prestigio. Fue el caso de Mario Vargas Llosa, impopular durante Fujimori, pero a la larga de gran reputación. Los hermanos/as pródigos/as acaban por reconciliarse, no importa por cuánto tiempo se desaparezcan o lo que hayan hecho en su ausencia.
La cabra tira al monte; el caso de García y de su partido es un ejemplo de ello. Por motivos electorales y de darse una credibilidad de arranque la disimularon y no tan bien. Pero el tiempo apremia. Las cortinas de humo se agotan y hay que mover ficha. No se llega al gobierno para darle el poder a otros, y lo que ocurra con esa entelequia abstracta, para ellos, que se llama país, cual Clark Gable a Victoria Leigh, les importa un comino. Veamos
- Los rasgos de autoritarismo e imposición no son gratuitos. Vienen de una idea muy arraigada entre los apristas: la de haber sido muy blandos en su primer gobierno. Para corregir el error, en estos tiempos no quieren mucha oposición. Mejor es aprender de la experiencia y pecar por exceso que por defecto, que igual saldrán perjudicados.
- El gobierno fracasará con probabilidad cercana a uno. Eso lo saben bien los compañeros. ¿Qué hacer al respecto? ¿Sembrar alguito y dejar algo para después? No. Mejor copar de una vez y arrasar con lo que se pueda. Las prácticas poco transparentes (por decirlo suave) estarán a la orden del día.
- Obviamente, que esto implica romper el dique de pudor, más táctico que real, impuesto desde arriba del partido. Los carnets ya están listos y bien impresos y se harán valer más a la corta que a la larga. No tiene sentido apostarle a un partido para después no cosechar los triunfos, que no son para nada abstractos sino muy concretos y muy materiales.
- Como medida inmediata se hará un cambio de vice-ministros que sirvieron temporalmente o nunca sirvieron. Incluso se podría cambiar algunos ministros en diciembre o enero. Esto abrirá las puertas para "reestructurar" algunos ministerios. Posiblemente no se empiece por economía, que todavía va bien. Con esto se dejará escapar algo de la impaciencia de los carnetizados.
- Este tipo de medida se generalizará en algún momento y llegará a todos los ministerios e instancias públicas. Con ello se perderá la imagen de gabinete variopinto. Posiblemente el ministerio de economía pase a algún joven compañero, alguien quien estuvo comprometido con el partido desde hace ya buen tiempo, pero eso sí, renovado en su pensamiento. Habrá un costo de imagen y posiblemente los aliados resientan el asunto, pero todavía vaya y pase.
- Y por último viene la deslealtad final, el sinceramiento completo. Algo que acabe de molestar a los que van colgados del micro. En los tiempos que corren no estamos para estatizaciones de la banca ni nada por el estilo. Bueno, la banca, sobre la que tanta pelea había y tan estratégica se veía, cayó por sí sola una década después. De un estado que quería engullirla, se pasó a un estado que tuvo que salvarla...., pero eso es otra historia. ¿Cuál será el sector privado con el que se meta García esta vez? A las mineras ya les dio un susto, igual que al monopolio telefónico. La presión sobre las ONGs, las concesiones a los colegios profesionales y a la asamblea de rectores son manicitos. El sector más fuerte, pero vulnerable, hoy en día es el de las AFPs. Puedo imaginarme a un García con los chicotes cruzados, sufriendo una desaceleración externa agravada por un TLC no firmado, embanderillado por periodistas que se meten con su vida personal, recibiendo dardos desde las izquierdas y las derechas, en sus versiones desencantadas y en sus versiones antagónicas, haciendo una de las suyas, dando un viraje que humille y enardezca a sus espúreos aliados. Metiéndose con las AFPs, metiéndose con la crema y nata de sus cínicos/as trepados/as (¿qué es sino estar con Flores, treparse a García para luego denostar contra Flores?). Ya me imagino el discurso de García: "Les aumenté el límite de inversión en el exterior y se portaron mal, ahora los castigo".
- Haríamos mal en pensar (y esto será motivo de otro post) que las malas políticas económicas de García a fines de los ochentas se debieron sólo a desconocimiento de la economía y que ya aprendieron la lección. Veamos sino el caso argentino que explotó a comienzos de siglo y las medidas económicas de Kirchner como nada menos que prohibir las exportaciones de carne prepagando la deuda al FMI para que lo dejen tranquilo. Las locuras económicas se pueden repetir. Lo que vemos como siembra en García no augura buena cosecha. Una cosa es haber recibido una economía en crecimiento y beneficiarse de ella y otra, muy diferente, es hacerla crecer aún más. Con concesiones a las coaliciones de poder, con intervencionismo en entes privados no se crece más. No nos sorprendamos cuando pase de meterse con los manicitos a meterse con los que mueven el billete de verdad. Las campanas doblan por ellos.
Actualización: Sobre Flores una vez más. Leemos a Woodman: Woodman: Críticas de Lourdes son injustas:
“Es decir que para no parecer echados tenemos que criticar, cuando los empresarios hemos sido tremendamente críticos de García en su primer gobierno. Hoy día, desde mi óptica, no veo razones para ser críticos”, señaló.No ve razones para ser críticos....¿Cómo que no? En fin, no hay peor ciego que el que no quiere ver... Ya cambiará.
Como se sabe, Flores afirmó que los empresarios tienen un comportamiento “totalmente echado” ante el régimen.
“Ella piensa que deberíamos estar alejados del gobierno, pero no somos enemigos, hay que trabajar en conjunto. El objetivo, como peruanos, es que el coeficiente de pobreza disminuya. Hay que trabajar en armonía, pues sólo con seguridad habrá inversiones, y con inversiones se disminuirá la pobreza”, enfatizó.
Por otro lado, ¿resulta que para trabajar por el país hay que estar en el gobierno? En una democracia los partidos que pierden las elecciones van a la oposición y desde ahí proponen alternativas. Es lo más normal y democrático del mundo, especialmente con los que nos pidieron su apoyo para ser vicepresidentes. No es que todos tengan que gobernar.
Definitivamente, este señor, gran pasivo para Flores en la campaña electoral, utilizado por los apristas como tiro al blanco, no se caracteriza por la lealtad. Contrasta con estilos como los de Belaúnde, quien se abstuvo de algunas elecciones importantes, como las de la Constituyente de 1978 y las del Congreso Constituyente de 1992.
Aquí hay un tema, y es que Flores pertenece al sector que le entra, que cogobierna, pero está en una actitud de oposición tanto a García como a su gente. Tendría que buscar reconstituirse internamente primero, y desde ahí jugar su papel de oposición democrática. Debería buscar que sus palabras suenen más a algo constructivo al país que un ataque en solitario contra sus ex-aliados.
Etiquetas: Economía
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