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3 dic. 2006

Respuesta a un/a estudiante de economía (III) Por Silvio Rendon

Continuando lo escrito en Respuesta a un/a estudiante de economía y en la parte II:
  1. Si me quito la camiseta, meto más goles: Relacionado con el mensaje que las teorías que se les enseña no sirven, está el mensaje que la economía en sí no sirve. Los factores "no económicos" o "extraeconómicos" pasan a jugar el lugar central en el análisis. "Es la política a secas" lo que ilumina por qué ocurre lo que ocurre. Hay que poner atención a los aspectos sociales, históricos, etc., etc. El tema es que hay disciplinas que ya se ocupan de esos aspectos, con gente que estudia, debate y refina sus métodos de análisis. En el fondo, esta vía es un escape para hacer más guapeadas, sin disciplina, sin método. El analista que no ha podido o no ha querido utilizar sus propios métodos ¿lo va a hacer mejor usando los métodos de otros? ¿Es que fuera de su área de competencia será mejor que dentro? Quien ve limitaciones tan graves en su ciencia, pues tendría que pasarse a otra, pero bien, profesionalizándose en ella.
    Todo esto es paradójico, pues si algo ha ocurrido en las últimas décadas es que la economía ha entrado en áreas vecinas, a la que antes no entraba, y les ha impreso su propio método. Un caso palpable es el de la ciencias políticas, notablemente influídas por los métodos y conceptos de la economía. Justo ahora, un economista se va a cambiar de área.
    En cualquier caso, esperaríamos que alguien con responsabilidades docentes sea cuidadoso/a en afirmar primero las grandes posibilidades de lo que enseña antes que las limitaciones. Enseñar las limitaciones está bien, pero que no se las presente como más restrictivas de lo que son, pues las posibilidades son mucho mayores. Se tendría que agotar primero las posibilidades y no renunciar prematuramente.
Esta vez daré un ejemplo concreto. Leo en La República CADE 2006: ¿Signo de los tiempos? de Humberto Campodónico:
En los años 90, se impuso la visión de que la causa central de los problemas de nuestros países era el excesivo tamaño del Estado y su influencia negativa en la asignación de recursos, lo que impedía el desarrollo de los mercados. Esta visión, absolutamente economicista, nos decía, también, que el problema de la pobreza se arreglaba con el crecimiento económico y la libertad irrestricta de la oferta y la demanda. Si las personas no aprovechaban las oportunidades y seguían siendo pobres, era problema de ellos. Casi, casi como que ejercían “libremente” su opción de ser pobres.
Entonces esta visión es economicista. Pura economía nomás. Aquí se mezcla un enfoque dentro de la economía con la economía como ciencia en sí. Si uno no está de acuerdo con este enfoque, pues tendrá que salirse de la ciencia económica. Muy bien, ¿y a dónde nos vamos? Sigamos leyendo:
En este CADE 2006, uno de los documentos encargados al Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) y al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) nos dice que “el concepto de exclusión es más amplio que el de pobreza. Se refiere no solo a las carencias económicas, sino también a la falta de capacidades de individuos, hogares o comunidades para acceder a oportunidades de progreso económico o movilidad social. El enfoque de exclusión es multidimensional e incluye no solo aspectos económicos, sino también socioculturales y políticos” (“Igualdad de oportunidades y diversidad”).

El fondo de este concepto es que no existe igualdad de oportunidades para millones de peruanos. Formalmente, hay igualdad de derechos. Pero en la realidad, los excluidos están fuera de carrera y no pueden competir porque no hay igualdad de oportunidades. Este solo reconocimiento es importante porque obliga a establecer una agenda que permita elaborar políticas para eliminar la exclusión de millones de peruanos. Hay terreno ya desbrozado, sobre todo por el Acuerdo Nacional, algo que no se vio en CADE.
Muy bien, estamos de acuerdo con la igualdad de oportunidades, y que finalmente el concepto haya llegado al Perú después de más de una década de haber estado dando vueltas por ahí. Sin embargo, estamos hablando de conceptos desarrollados en los laboratorios de los economistas. Amartya Sen obtuvo el premio Nobel de economía hace algunos años. No me sorprendería que para algún científico social vecino lo que diga alguien como Sen sea "absolutamente economicista"....

Por otro lado, lanzar algunos nombres, sean de gente o de ideas, no explica mucho a lo que se refiere el autor. Veamos, ¿qué son los "aspectos socioculturales y políticos"? ¿Tal vez se refiere a que una persona pueda desarrollarse en su idioma, por ejemplo, el quechua y el aymara? ¿Eso es "sociocultural y político"? ¿Y por qué no plantearlo como un problema de rentabilidad? Una persona es más productiva en su propio idioma. ¿Por qué no plantearnos un análisis costo-beneficio de un tema así? Mucha gente habla de aspectos socioculturales, pero cuando se trata de invertir en una cosa u otra ahí vienen los dilemas. La pregunta es ¿cuánto se debe sacrificar de invertir, por ejemplo, en salud para invertir en educación bilingüe? Si los presupuestos fueran ilimitados, pues no hay problema económico. Ahí es donde el economista que se quita la camiseta abandona algo tan básico de su ciencia como la restricción presupuestaria y se pone a hablar como un político en campaña.

En fin, creo que los economistas aportarían más si mantuvieran la camiseta puesta y trataran de abordar los problemas "socioculturales y políticos" con su propia lógica, pues una vez que la abandonan, no la hacen.

Actualización: Dos comentarios adicionales:
  1. Hablar de "igualdad de oportunidades" no tiene por qué abrir las puertas automáticamente a los "aspectos socioculturales y políticos". Quedándonos en el "aspecto económico" hay mucho por hacer: salud, educación, infraestructura, comunicación, no discriminación de género, raza, estilo de vida y otras, mercados laborales transparentes, entrada y salida fluida a la actividad empresarial, mercados de crédito en buen funcionamiento. Amplio campo a la vista. El autor agota muy rápidamente el campo de la economía, supuestamente su campo.
  2. A veces, paradójicamente, los que más hablan de los aspectos "socioculturales y políticos" son los que en concreto menos bola les dan y nos acaban diciendo que "las urgencias son tan graves que no se puede invertir esas cosas". Como dicen en inglés "put your money where your mouth is" o PYMWYMI. Claramente, las izquierdas no se han distinguido por ser unas abanderadas de la normalización lingüística en el Perú. Unas frases por aquí y por allá, pero nada más. De hecho el SUTEP controlado por organizaciones de izquierdas se opuso al decreto de Velasco sobre el quechua. Las iniciativas de Sumiré y Supa son un fenómeno muy reciente y para nada asimilables a las izquierdas tradicionales. El peso del esfuerzo ha recaído y recae en una serie de h'amautakuna y yachaqkuna, algunos de los cuales incluso serían calificados de derechas como Demetrio Túpac Yupanqui.

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