Las tres traiciones Por Silvio Rendon
Richard Webb escribe sobre el fundador del SUTEP:
Horacio Zeballos: figura legendaria del SUTEP.
Horacio ZeballosComentario: ¿Cuál es la responsabilidad de este sindicato en la baja calidad de la educación en el país? Alguna cuota tienen. Una cosa es la defensa del salario y de las condiciones de trabajo del maestro y otra es la defensa de un sistema que perjudica a los alumnos. Introducir el criterio de excelencia y que sea el rendimiento del maestro el que le dé acceso a las plazas docentes es algo que beneficia a los estudiantes y que no perjudica a los maestros como grupo humano. Los maestros que rinden más también son parte del sindicato y merecen la misma protección que todos. Ojalá que el criterio de excelencia pueda ser aceptado no sólo en teoría, sino también en la práctica por el sindicato de maestros.
(...)
La frase más recordada de Zeballos dice: no traicionar es un mandamiento. Paradójicamente, su obra se encuentra signada por traiciones, aunque no suyas. Primero fue la promesa incumplida del Estado, causa directa de la justificada reacción sindical que lideró Zeballos en los años 70. El Estado indujo a una masiva incorporación al magisterio ofreciendo sueldos dignos, pero después procedió a reducir el sueldo a la mitad entre 1965 y 1970. Encima, prácticas estatales corruptas e ineficaces corroían el estimulo al mérito y a los valores, bases de una carrera digna. La desvalorización del sueldo y de la ética estatal se ahondó en los años siguientes, agravando el incumplimiento estatal. La segunda traición fue la del maestro hacia el alumno, cuando el maestro burlado tuvo que optar por defender su presupuesto familiar buscando trabajos complementarios, los que hacían imposible cumplir cabalmente con las obligaciones docentes, como son dictar con atención y energía, preparar clases, capacitarse y coordinar con los colegas. Finalmente, la tercera traición fue la del sindicato hacia el mismo maestro; los dirigentes priorizan objetivos políticos, y se deslizan desde el sindicalismo desinteresado hacia el aprovechamiento personal de sus cargos. Caridad Montes, ex secretaria general de Sutep, reconoció que: "sí, nos sentimos con una cuota de responsabilidad por la baja calidad de la educación".
Horacio Zeballos: figura legendaria del SUTEP.
Imagen tomada de la página del SUTEPRichard Webb lo reivindica, pero con una crítica al estado, a los maestros y a este sindicato.
Etiquetas: Educación, sindicalismo
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