Los credit-ratings y los conflictos de intereses Por Silvio Rendon
Hace poco celebrábamos el "grado de inversión" y las buenas valoraciones otorgadas al Perú por Fitch (aquí), Standard & Poor (aquí) y por Moody's (aquí). Una mejora general de la valoración de la economía peruana. Buenas noticias.
Hoy leemos que la SEC (Securities and Exchange Commission) de los EEUU investigará a las compañías que dan estas valoraciones (credit-rating companies), incluyendo a Standard & Poor's, la más grande, y Moody's Corp., la segunda más grande (A nivel internacional también les caen, aquí). A estas compañías se les pilló en julio, justo cuando se le dio el grado de inversión al Perú, conflictos de intereses y violando procedimientos internos para otorgar ratings de préstamos hipotecarios (aquí, pase de NQ). Los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos ahora se están peleando por ver quién le da más duro a las reguladoras y compañías que realizaron estas malas prácticas (aquí). Las compañías de ratings han reaccionado defendiendo sus ratings, que son "imperfectos, pero importantes", aquí.
¿Vale algo el grado de inversión de empresas que están siendo investigadas por conflictos de intereses? Supuestamente aunque en riesgo corporativo se han desprestigiado, en riesgo país todavía aguantan.
Sin embargo, en el caso del grado de inversión otorgado al Perú en tiempo real también se sugirieron indicios de mala reputación en otorgamiento de credit-ratings y de conflictos de intereses. Lo hizo el toledista Juan Sheput en un blog que ha descontinuado, pero todavía se puede ver lo que escribió en este rebote. Verbalicémoslo: Fitch, la empresa de credit-rating que dio el "grado de inversión" al Perú, es accionista de la empresa de credit-rating del embajador peruano en los EEUU. No suena nada bien. Fitch no debería tener acciones en ningún país que califique. De lo contrario estamos ante un conflicto de intereses...
Hoy leemos que la SEC (Securities and Exchange Commission) de los EEUU investigará a las compañías que dan estas valoraciones (credit-rating companies), incluyendo a Standard & Poor's, la más grande, y Moody's Corp., la segunda más grande (A nivel internacional también les caen, aquí). A estas compañías se les pilló en julio, justo cuando se le dio el grado de inversión al Perú, conflictos de intereses y violando procedimientos internos para otorgar ratings de préstamos hipotecarios (aquí, pase de NQ). Los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos ahora se están peleando por ver quién le da más duro a las reguladoras y compañías que realizaron estas malas prácticas (aquí). Las compañías de ratings han reaccionado defendiendo sus ratings, que son "imperfectos, pero importantes", aquí.
¿Vale algo el grado de inversión de empresas que están siendo investigadas por conflictos de intereses? Supuestamente aunque en riesgo corporativo se han desprestigiado, en riesgo país todavía aguantan.
Sin embargo, en el caso del grado de inversión otorgado al Perú en tiempo real también se sugirieron indicios de mala reputación en otorgamiento de credit-ratings y de conflictos de intereses. Lo hizo el toledista Juan Sheput en un blog que ha descontinuado, pero todavía se puede ver lo que escribió en este rebote. Verbalicémoslo: Fitch, la empresa de credit-rating que dio el "grado de inversión" al Perú, es accionista de la empresa de credit-rating del embajador peruano en los EEUU. No suena nada bien. Fitch no debería tener acciones en ningún país que califique. De lo contrario estamos ante un conflicto de intereses...
Etiquetas: Economía, EEUU, Transparencia, USA
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