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21 feb. 2007

Machu Picchu inelástico Por Silvio Rendon

Leo en Perú 21 (pase de taquito de Daniel Salas):
Evalúan incremento en precio de ingreso a Machu Picchu para extranjeros
La tarifa de ingreso al santuario para turistas extranjeros podría oscilar entre 80 y 100 dólares, indicó el presidente regional Hugo González. El precio actual del boleto es de 20 dólares y aseguró que es insuficiente.

En declaraciones a la agencia Andina, el presidente regional del Cusco, Hugo Gonzáles señaló que si los turistas extranjeros llegan a pagar hasta 500 dólares por hospedaje y transporte hasta el santuario inca, eso demuestra que pueden costear un boleto turístico más caro.

El incremento del precio, subrayó, es para que la ciudad de Machu Picchu y el Cusco tengan más recursos, pues "hasta ahora, los ingresos son más para el empresariado que para el pueblo cusqueño".

Las posibles nuevas tarifas no afectarán al turista nacional, ya que el precio de los boletos para ellos estaría en el rango de los 10 dólares, mientras que los cusqueños, previa presentación de su DNI, pagarían un monto simbólico aún por determinar.

...

QUIERE CANON TURÍSTICO. González Sayán también adelantó que se está planteando la creación de un canon turístico que sirva para reducir el analfabetismo en los niños que, aseguró, alcanza al 52%. "Queremos que el empresariado gane, pero también queremos que nuestro pueblo gane. Por ello la necesidad de incrementar el boleto turístico y de tener un canon", afirmó.
Comentario: Veamos:
  1. Estamos ante un esquema de discriminación (de precios) basada en el origen de la persona. La cosa sería así: extranjeros, 100 dólares; nacionales, 10 dólares; cusqueños, simbólico. Esto no ocurre en otras maravillas del mundo. Para ir a Chichén Itzá, la torre Eiffel o el Museo de Arte Moderno de Nueva York, cobran igual a todos. Los turistas que llegan al Perú se sienten esquilmados por todos lados, pues por todo lado les están cobrando de más. No es gente que no sepa de precios en otros países. Saben muy bien lo que cuesta cada cosa y que les están sobrecargando (sí, eso ocurre también en otros lados, pero parece que rompemos récords). Muchos no volverán. Al cortoplacista no le importa, pues ya le sacó todo lo que pudo. Falta leer la fábula de la gallina de los huevos de oro....
  2. ¿Por qué se discrimina? Pues para maximizar ganancias. Supuestamente el turista extranjero tiene una demanda más alta que el peruano y el peruano no cusqueño más alta que el peruano cusqueño. Obviamente, esto no necesariamente es así: origen no equivale a nivel de ingreso. Incluso entre los nacionales hay mucho descontento por esta discriminación.
  3. ¿Y se está cumpliendo el objetivo de ganancias máximas? Bueno, eso depende e la elasticidad precio de la demanda por Machu Picchu. Las autoridades tienen en la cabeza que el recurso turístico tiene una elasticidad de demanda muy baja, como si se tratara de un bien de primera necesidad para los turistas (Bueno, siempre hay algunos "enyucados" que ya que vinieron, pues no se van a ir sin ir a Machu Picchu). Entonces le quintuplican el precio y la cantidad no se reduce mucho, por lo que aumenta el volumen de ingresos por la tarifa de entrada. ¿Lo han estudiado? Pareciera (bueno fuera) las autoridades lo tienen bien pensado, porque argumentan con mucha seguridad...
  4. Llama la atención el razonamiento de las autoridades: si pueden pagar 500 dólares por alojamiento y transporte a Machu Picchu, también pueden pagar 100 dólares por estar en Machu Picchu por unas horas. El transporte más caro a Machu Picchu cuesta 500 dólares, el siguiente cuesta 100 dólares y el siguiente 65 dólares (ver aquí). A Machu Picchu sólo se llega en tren, que ya tiene discriminación de precios, pues hay otro tren que es sólo para los locales, que obviamente no van a pagar ninguno de estos precios. Los nacionales no residentes, sí que tiene problemas, por ejemplo, un grupo de escolares en viaje de promoción. Una vez que pongan la tarifa de entrada en 100 dólares, dirán "si pagan 100 dólares por la entrada, también pueden pagar más por otros servicios". Si otros les cobran, yo también les cobro. Así no es la cosa. Por los 100 dólares que quieren cobrar uno se van en autobús de lujo de Cancún a Chichén Itzá, entrada incluída. ¿Los turistas tienen mucho dinero? Pues ese dinero que supuestamente se han ahorrado en la entrada va a comprar artesanías, a restaurantes, a espectáculos. Se genera toda una economía privada donde los residentes también reciben algo del turismo. No es que todo va al estado.
  5. El aumento de estos precios es básicamente por un pretendido aumento de impuestos, que iría a reducir el analfabetismo. A ver, ¿los ingresos del turismo en las arcas públicas están contribuyendo a reducir el analfabetismo ahora? ¿Cuánto? ¿Será que tienen un plan y necesitan más dinero para aplicarlo? No nos hemos enterado. Es un largo camino de la recolección de impuestos a los gastos. No suena muy creíble el argumento de las autoridades.
  6. "Quienes ganan son los empresarios y no el pueblo cusqueño". El recurso está en concesión a particulares que deben estar pagando algo a las autoridades. Que gane o no gane el pueblo cusqueño ya depende de las autoridades y su sabiduría en gastar y solucionar problemas. Ahora bien, con un aumento de precios de 20 a 100 dólares, ¿dejarán de ganar los empresarios? ¿Qué análisis tienen al respecto?
  7. Finalmente, algo que frecuentemente se olvida cuando se analiza el efecto de los impuestos, y es algo básico, es la pérdida de eficiencia social. Con los impuestos hay montos de dinero que cambian de manos, de los compradores y vendedores al estado, pero también hay montos que se pierden y no se los queda nadie: ni los empresarios, ni los turistas, ni el pueblo cusqueño, ni nadie.
Paradójicamente, en estos momentos el estado peruano tiene recursos para invertir, lo que faltan son buenos proyectos. Que la autoridad cusqueña se dedique a hacer proyectos para bajar el analfabetismo y tendrá dinero. ¿Para qué quiere más? En un país de alta corrupción como el Perú, el enfoque del presidente regional no suena bien. Suena, en el mejor de los casos, a demagógico, y poco estudiado. Que haga como algunos colegas suyos. Que invierta en hacer buenos planes, con buenos técnicos, y verá cómo en un plazo prudencial el analfabetismo cusqueño comienza a reducirse, con el reconocimiento de los cusqueños y peruanos en general por su buena gestión. Desde aquí le deseo los mejores resultados en esta empresa.

Actualización: Reacciones en la Argentina:Machu Picchu: preparen la billetera

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