Una preguntita a la izquierda Por Daniel Salas
Y ya que estamos en la onda de las preguntitas, esta vez le toca a la izquierda.
Fidel Castro es un gran líder antiimperialista. Cuba es pobre debido al abusivo embargo norteamericano.
O sea, la culpa la tienen otros. Si los otros nos dejaran hacer lo que queremos, si los afectados por la revolución no defendieran sus intereses, todo sería de maravillas. Dicho de otra manera, los únicos intereses legítimos son los nuestros. Los burgueses que reclaman por sus propiedades expropiadas, por el control de precios y otras normas regulatorias son unos derechistas. Y, como sabemos, los derechistas no tienen ningún derecho a la participación en la cosa pública.
Cuando los burgueses derechistas se organizan para defender sus intereses, eso es un boicot inaceptable, una interferencia en un proceso que, si no fuese por los malvados o idiotas que lo objetan, sería espléndido. En cambio, cuando los trabajadores hace huelgas para defender los suyos, se trata del ejercicio de una forma de lucha legítima.
Mi pregunta es ¿y en qué se diferencian estos argumentos de la tesis del boicot que esgrimen hoy los voceros del gobierno de Alan García? En efecto, en el Perú, todo iría bien, sino fuera porque un complot de ONGs, de "caviares" y de comunistas resentidos quiere impedir la inversión privada. Como sabemos, las ONGs, los "caviares" y los comunistas resentidos son unos traidores a la patria, son enemigos del Perú, defienden intereses subalternos y no tienen ningún derecho a la participación en la cosa pública. Como lo propuso en un comentario aquí el mismo Mario Saldaña, los que se oponen a la inversión "deberían ir a la cárcel". Mandar a la cárcel, qué duda cabe, equivale a eliminar el derecho de los que no piensa como tú a participar de la política.
Fidel Castro es un gran líder antiimperialista. Cuba es pobre debido al abusivo embargo norteamericano.
O sea, la culpa la tienen otros. Si los otros nos dejaran hacer lo que queremos, si los afectados por la revolución no defendieran sus intereses, todo sería de maravillas. Dicho de otra manera, los únicos intereses legítimos son los nuestros. Los burgueses que reclaman por sus propiedades expropiadas, por el control de precios y otras normas regulatorias son unos derechistas. Y, como sabemos, los derechistas no tienen ningún derecho a la participación en la cosa pública.
Cuando los burgueses derechistas se organizan para defender sus intereses, eso es un boicot inaceptable, una interferencia en un proceso que, si no fuese por los malvados o idiotas que lo objetan, sería espléndido. En cambio, cuando los trabajadores hace huelgas para defender los suyos, se trata del ejercicio de una forma de lucha legítima.
Mi pregunta es ¿y en qué se diferencian estos argumentos de la tesis del boicot que esgrimen hoy los voceros del gobierno de Alan García? En efecto, en el Perú, todo iría bien, sino fuera porque un complot de ONGs, de "caviares" y de comunistas resentidos quiere impedir la inversión privada. Como sabemos, las ONGs, los "caviares" y los comunistas resentidos son unos traidores a la patria, son enemigos del Perú, defienden intereses subalternos y no tienen ningún derecho a la participación en la cosa pública. Como lo propuso en un comentario aquí el mismo Mario Saldaña, los que se oponen a la inversión "deberían ir a la cárcel". Mandar a la cárcel, qué duda cabe, equivale a eliminar el derecho de los que no piensa como tú a participar de la política.
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