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6 nov. 2007

El Origen de la Mediocridad de la Educacion Superior en el Perú Por Saki Bigio

El mundo anglosajón liderado por Gran Bretaña marcó una clara distancia con Europa Continental liderada por Francia fundamentalmente en el campo filosófico. El paralelo es en todos los aspectos de la sociedad es muy claro con las diferencias entre el Intuicionismo de Baruch Spinoza frente al Racionalismo Cartesiano. Mientras que en la filosofía del derecho anglosajón hay lugar para el criterio del juez, en la confianza de hacer justicia puesta en las manos de un jurado, en el hecho de que hay valores relativos pero los universales son perennes y por tanto el sistema esta a salvo y más bien acepta el cambio, la contraparte de origen romana se basa en un derecho absoluto. Es evidente la relación entre el derecho romano y Descartes, existe una única verdad a partir de la cual se construyen, como axiomas leyes inmutables, en lo social y en lo científico. No hay mucho lugar al criterio del individuo. Las leyes están ahí y no tienen po rqué cambiar. Hay una academia de la Lengua Francesa que impone normas sobre el lenguaje mientras que no hay un par en el idioma inglés. En el continente el absolutismo (político también por muchos siglos) mientras que en la isla la confianza está puesta en el individuo, en donde el derecho del individuo es el pilar. No hay nada que represente a lo colectivo. Si Adam Smith se nos viene a la mente no es coincidencia.

El Perú califica sobre 20 como en Francia y no sobre 100 como la Gran Bretaña, y menos con criterios menos numéricos como en el sistema americano. Como nuestra estructura castrense o el código civil, la educación peruana es herencia de la tradición cartesiana (sin relación alguna con el plano de nuestra Capital de la República).

Yo estudié en la Universidad del Pacífico, y fui representate en el gobierno estudiantil. Tengo una idea clara de cómo funciona el sistema y muchos amigos entre los docentes de esa institución a quienes quiero y les debo mucho. Estas duras líneas van dirigidas al sistema y no a las personas.

Al igual que la PUCP o todo el sistema de educación superior, me atrevo a decirlo, tiene un origen racionalista. La currícula entonces, es diseñada, centralizada, por quien representa al bien colectivo. Por quienes saben lo que es bueno para el individuo más que el individuo. Porque el individuo no sabe lo que es bueno para él, no es lo que le gusta o lo que al mercado le gusta, es lo que lo ellos saben, la verdad inmutable.

Cuando estudiaba economía en la Pacífico me vi obligado a llevar muchos cursos que no me gustaron. Hoy, mientras hago un Doctorado en Economía no entiendo por qué me vi obligado a llevar 3 contabilidades en lugar de jugar PlayStation: divertirse en cosas improductivas no es un fin despreciable. No entiendo por qué obligan a un alumno a llevar 4 cursos de finanzas si no le gustan. No entiendo por qué lo obligan a llevar algo que no le gusta, como si se creyese que el individuo es incapaz de aprender por su cuenta o en el transcurso de un par de semanas en el trabajo.

En todo caso, yo que tanto disfruto de mis estudios ahora, no entiendo por qué la educación no es vista como debe ser, un placer que se ajusta al individuo. Que interactúa con el individuo. Que respeta la diversidad de preferencias. Que hay gente que estudia por amor a la ciencia y otros que por amor al billete que ganaran cuando salgan. Ambas son posiciones válidas, ¿no?
Sucede que el sistema pondera la paporreta en lugar de la creatividad individual. Recuerdo que lo que me dijo una vez el economista Xavier Sala-i-Martin, en estos países (incluido España), te enseñan los nombres de los ríos pero no te enseñan a pensar como harías para cruzarlos.

Como hay currículas fijas, un monopsonio para los alumnos, el sistema no permite que el individuo depure, que escoja qué curso quiere llevar y qué profesor se quede sin alumnos por no preparar o lo que es pero, no actualizar sus clases. Al profesor que le pone 20 solo a Dios.

No soy un dogmático, tampoco puede ser un zoológico la universidad. Uno no puede salir sin saber escribir un ensayo o hablar con propiedad. Pero más allá de eso no comprendo el concepto de obligatorio más allá de lo que te defina como abogado, doctor o matemático.

En suma, envidio a mis primos gringos. Al que fue a Harvard se graduó de químico y cineasta y a la que se graduó en Yale de “liberal arts” (¿qué es eso?) y recibe un contrato de 5 cifras para escribir una biografía.

(No tiene nada que ver pero ya que le he dado con palo a la UP, no entiendo por qué no dejan sacar libros de la biblioteca a uno mismo si encontrarse con un libro por azar es una maravilla; tampoco entiendo por qué cierran a las 9pm.)

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