Ilusión y dinero en Laura Bozzo Por Silvio Rendon

Llegué tarde al tema. Luego de ver este programa de Jaime Bayly (uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis; y un par más fácilmente ubicables en Youtube), me queda algo más claro de qué va el asunto. ¿Por qué va la gente a esos programas a inventarse vidas y a humillarse? La imagen usual es que lo hacía sólo por dinero. Esta idea está muy bien expresada en Mala Praxis Televisiva de J. A. Godoy:

a cambio de unos cuantos soles, varios peruanos eran degradados en su condición de ciudadanos y pasaban a escenificar los dramas más inverosímiles vistos en la televisión latinoamericana.

Pues, al parecer quienes iban allí, al menos los tres entrevistados por Jaime Bayly que he visto lo reconocen, lo hacían por dinero, pero no sólo por dinero. Lo hacían además por una ilusión: la ilusión de quedarse trabajando en la televisión. Les pagaban 150 soles en general (50 dólares). Máximo pagaban 250 soles(83 dólares). Es un shock temporal de ingresos. Los asistentes querían más que eso, un shock permanente. Salir en la televisión, no importa cómo, en la visión de muchos es el primer paso para una carrera artística, un verdadero Trampolín a la fama. Se imaginaban un futuro de actores, actrices, productores/as, conductores televisivos, etc. (1) El momento de gloria en la televisión era conducente a cumplir ese sueño. Esta motivación parece haber sido tan o más fuerte que la motivación inmediatamente monetaria.

Otro incentivo para que participen en este programa, ya algo desgastado en el país, era al parecer que el programa salía en el extranjero y no en el Perú. Eso reducía los costos psicológicos de participar de un fraude televisivo: el efecto estigma que tal participación pudiera traer. Al final resultó que sí lo pasaron en el país y los entrevistados sí resultaron siendo perjudicados. Sus círculos familiares y de amistades veían el programa y los sancionaban socialmente. Y la sanción venía tanto de quienes no creían lo que veían en el programa, por haber mentido, como de quienes sí lo creían, dando pie a diversos malentendidos.

Y un tema crucial que parece haber llevado a los entrevistados a la denuncia ha sido los perjuicios que les produjo su participación en el programa de Laura Bozzo, exacerbada por el incumplimiento de promesas (pagar atención médica, regalar canastas medio vacías y otros) y sobre todo por el engaño de haberles dicho que el programa se transmitiría sólo fuera del país. La pita se rompe por ahí. A una persona que se mueve por esos incentivos no es difícil ofrecerle la alternativa de denunciar a Laura Bozzo y que exprese sus sueños artísticos en una entrevista de Jaime Bayly...Así lo hicieron sus tres entrevistados/as, todos con una cara y una voz llena de esperanza e ilusión...

Y bueno, este tipo de fraudes ocurre también en otros países (ver Quiz Show de Robert Redford (2)). Efectivamente, como dice Jaime Bayly, podrían poner una advertencia al espectador que diga que los casos son ficticios y se trata de meras actuaciones.

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(1) "los participantes asumen el histrionismo de la farsa y el melodrama, todo salpimentado con harta abyección" comenta Rocío Silva Santisteban en FALSALITY SHOW Laura Bozzo y los casos falsos.

(2) En esta película hay una buena frase célebre:

You wanna be worshipped? Go to India and moo.

"¿Quieres que te adoren? Ve a la India y muge".