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7 jun. 2007

Pollémicas reguladoras Por Silvio Rendon

En Perú 21, la versión de INDECOPI de la época de Fujimori:
Los pollitos dicen... Alfredo Bullard

(...)Indecopi multó a los polleros por acordar subir los precios1. No pagaron la multa y se fueron al Poder Judicial. Recién una década después, la Corte Suprema está lista para resolver el caso. Hay una sola pregunta: ¿se pusieron de acuerdo o no? Toneladas de papeles los abruman. Hay actas de directorio y memorandos internos que demuestran el acuerdo de sacarnos plata del bolsillo, negándonos a los consumidores el derecho de pagar un precio competitivo. ¿Como se defienden? Dicen que Indecopi siguió instrucciones del presidente.
...
Y a los polleros no les queda sino gritar.

El columnista fue miembro del Tribunal de Indecopi que puso la multa.
En Correo, la versión de los empresarios avicultores, también de la época de Fujimori:
¡Qué tal abuso! Julio Favre

El 28 de julio de 1996, el presidente Fujimori se disponía a anunciar al país el éxito en el control de la inflación. Por cuestiones de mercado, el precio del pollo subió en ese mes, creando una inflación adicional de 1.2%. Fujimori montó en cólera y le pidió explicaciones a su entonces ministro de Economía, quien le respondió que el aumento en la inflación era producto del aumento del precio del pollo.
El presidente Fujimori le dio la orden al Indecopi para que sancionara ejemplarmente a los avicultores.
Dos funcionarios del Indecopi recién llegados de Estados Unidos, Bullard y Falla, emprendieron una cacería de brujas contra la Asociación Peruana de Avicultura y todas las empresas avícolas asociadas a ella.
Sin probar nada, los funcionarios del Indecopi acusaron a los avicultores de “concertar precios”, basándose en supuestos “indicios”.
No les interesó el resultado del estudio hecho por la Universidad del Pacífico, que demostró claramente que dicha “concertación” era un imposible teniendo el pollo tantos sustitutos.
Además, paradójicamente, en los meses siguientes de la “supuesta concertación”, el precio del pollo lejos de subir bajó, pero tampoco lo tomaron en cuenta. Ellos dijeron que por regla “per se” los avicultores eran “culpables”. No había regla “de la razón” posible. Tampoco importó la demostración de que no hubo perjuicio para el consumidor .
Además, los avicultores demostraron que estadísticamente los precios fluctuaban periódicamente (y siguen fluctuando hasta la fecha). No les importaba nada, tenían que cumplir la orden del gobernante autoritario muy diligentemente, así que impusieron una multa abusiva y descomunal.
(...)
[Fujimori]reconoció su error y pidió disculpas, agregando que los avicultores habían sido “el punto” (hay un video que atestigua esto).
Sin embargo, hoy el “librepensador” y aprendiz de cazador de brujas Alfredo Bullard, defensor de las libertades económicas (cuando lo contratan), ha escrito una “columnita” titulada “Los pollitos dicen…” y que fiel a su estilo califica despectivamente a los avicultores como “polleros” y gritones.
Comentario: Veamos:
  1. Es un caso interesante. Efectivamente, en la época de Fujimori, con la privatización y la orientación hacia la economía de mercado surgieron las reguladoras, cuya función era vigilar que las empresas se atengan a las prácticas competitivas, es decir, que no se coludan en sus respectivos mercados. Ya a finales del primer gobierno de Fujimori las reguladoras estaban consolidades y debutaban poniéndole una fuerte multa a los molineros, por el aumento del precio del pan. Después vendrían los avicultores. El modelo era capitalista sí, pero no capitalista monopólico (ver Truenos en el Mercado. Caretas 1391 de noviembre de 1995). Las celebraciones iniciales de parte de los empresarios por el abandono del populismo económico no duraron mucho y, finalmente, la cosa acabó mal. Caretas lo decía así:
    Pero bastó que los capitales de corto plazo (que financiaban anualmente el déficit de la balanza de pagos el cual se acercaba al 5 %) empezaran a retirarse, a partir de la crisis rusa de setiembre del 1998, para que el agua empezara a llegarle al cuello a muchos empresarios. Apenas comenzaron a retirarse estos capitales, el modelo se fue de bruces. La cifras no admiten discusión: siete bancos intervenidos, 4.331 empresas en Indecopi (con varios líderes empresariales en la cola), US$ 3.500 millones de créditos incobrables, entre otras variables, son finalmente el pobre balance de la década.
    Luna de Hiel
    La luna de miel inicial entre los empresarios y Fujimori acabaría muy mal.
  2. Por eso, hacen mal los que amalgaman algunos procesos y se niegan a ver las contradicciones existentes, muchas veces muy amargas con acusaciones subidas de tono: empresarios gritones y funcionarios cazadores de brujas.
  3. Es muy difícil demostrar que un grupo de agentes se ha coludido (Ver: Las alianzas y la teoría de juegos (II) y Las alianzas y la teoría de juegos. Y a propósito, como ya lo he manifestado, el debate sobre la alianza apro-fujimorista es similar al debate sobre la colusión y la regulación). La argumentación de INDECOPI más que económica es legal. Al igual que en el caso del pan, presentan actas, papeles, etc. donde todos los avicultores declaran que se ponen de acuerdo. Así éstos firmen con sangre que subirán el precio del pollo, a la hora de ir al mercado ¿pueden imponer su voluntad? Ahí es donde los empresarios responden: i) la fluctuaciones en el precio del pollo son usuales, el precio sube y baja; así como subió y Fujimori habría montado en cólera, después bajó; ii) el pollo tienen muchos sustitutos, con lo que se debilita la capacidad de que una colusión sea efectiva. Entonces, son los empresarios los que están dando argumentos económicos. Añadiría como argumento económico que hay libertad de entrada, pues la tecnología para criar pollos no es inaccesible a muchos empresarios. Si sube el precio del pollo, pues habrá entrada de otros empresarios, inicialmente "inexpertos" como hemos escuchado hace poco en relación a la BVL.

    Eso sí, un argumento no económico, pero indicativo es que Fujimori pidió disculpas por su obstinación en clavarles multas. Suena a que el gobernante, efectivamente, quería imponerles tal vez no sólo la multa...
  4. No estoy en el detalle de lo que pasó con el pollo ni con el pan hace más de diez años, pero ambos artículos me provocan distancia. Noto más sólida y creíble la argumentación de Julio Favre, por las razones expuestas, pero es claro que la regulación tiene que darse y se debe vigilar que se mantengan las prácticas competitivas. Me suena a que la regulación comenzó duramente como una forma de equilibrarse, como una mala conciencia por haber aplicado un modelo de mercado. Esta intransigencia fujimorista me recuerda un poco a la lucha contra los "acaparadores" y "especuladores" en economías de precios controlados (Velasco, Allende, García I, Chávez, por ejemplo). Más parece haber sido una intervención por lo mal que quedaba Fujimori con los aumentos de precios, cual si fuera un rebrote inflacionario. Una cosa es la inflación, un proceso general de aumento de precios, y otra cosa es la variación de algunos precios, en realidad una variación de precios relativos, ocurrida en un sector particular. Es muy curioso que diez años después se siga con el tema. Quedará por evaluar hasta qué punto el ente regulador de esa época actuó con sensatez y sentido técnico. Por el momento, es claro que la bronca continúa y juerte (sic)....
Hasta ahí nomás por ahora...

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