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13 set. 2007

La fábula de Nietzsche y el liberal Por Daniel Salas

Tú has vivido siempre allí. Ese es tu terreno y lo has trabajado con tu familia por años. Sabes lo que más les conviene a ti y a tu familia. Sabes también que, si el Estado peruano promete algo, es seguro que no lo va a cumplir. Ya has comprobado que no hay manera de confiar en el Estado porque su naturaleza es mentir --y esto, tal vez no lo sabes, lo escribió Nietzsche en un hermoso pasaje delZaratustra” (*) --.

Un día encuentran un mineral bajo tu tierra. Digamos, cobre, plata, oro. Ya estás por saltar de alegría. Pero no celebres tan rápido, porque ya vino un funcionario del Estado peruano, ese organismo monstruoso que nunca te ha dado nada,y te informa, sonriendo, de una buena nueva: que la tierra en la que siempre has vivido y en la que siempre has trabajado ya no es tuya, que es "de todos los peruanos" y que, por tanto, debe beneficiar "a todos los peruanos", tal como lo comenta con alegría el periodista liberal Mario Saldaña en un post del Gran Combo Club. Los burócratas te prometen desarrollo, escuelas, hospitales y un jugoso canon que va a llegar a las cuentas manejadas por otros burócratas, los funcionarios locales.

Este guión ya es conocido: se trata nuevamente de tu propiedad, pero los beneficiarios van a ser los demás, especialmente los que ya tienen. Es el Estado peruano prometiendo y prometiendo porque ese es su oficio. Y, ya que después de tantos engaños no te queda un pelo de tonto, no le crees. Cualquier persona sensata actuaría igual. Por eso prestas atención de inmediato a quien te explica que la mina que van a abrir en tu tierra te va a hacer más pobre, te va a obligar a abandonar el lugar en donde siempre viviste y pensabas que era tuyo. Pero entonces vienen de inmediato los "liberales" a pedirte que no les creas a esos enemigos de la patria porque lo que está en juego no son tus intereses, sino los intereses de toda la nación. Justo ahora que te ibas a hacer rico, te exigen solidaridad y responsabilidad social. ¿No lo entiendes? Yo tampoco.

Sí, aunque parezca increíble, los "liberales" te dicen que lo que posees es de todos y que es deber del Estado garantizar que tu propiedad beneficie "al pueblo peruano". Te demandan que no seas egoísta ni mezquino. Porque, claro, no es justo que te quieras hacer rico tan fácil: primero, tienes que arreglar las cosas con aquellos grandes organizadores de tu vida que son los políticos, los inversionistas y los funcionarios. Es que no son, precisamente, liberales, son Mario Saldaña o Aldo Mariátegui, liberales a la peruana, no a la inglesa, algo difícil de explicar. Te dicen además que si te opones a la expropiación, que si no quieres mudarte y que si no crees en las promesas del Estado benefactor, eres un retrógrado comunista, un imbécil caviar o, peor aún, una cigarra que nunca ha trabajado y que quiere vivir de las hormigas, que siempre han trabajado y que, para demostrar que lo laboriosas que son, esta vez quieren excavar en tu propiedad.

Es la promesa del desarrollo, la vieja teoría de que hay que sacrificar el presente para asegurar el futuro. Unos deben sufrir, abandonar lo que tienen, cruzar los dedos y esperar que otros vean los resultados. Por supuesto, tienes muchos motivos para no creerles. "Engáñame una vez, es tu culpa; engáñame dos veces, eso ya es mi culpa". Eres inteligente, sabes muy bien que es así y por eso desconfías de las promesas. Pero cuando expresas esa desconfianza, te llaman atrasado, indio de mierda, enemigo del Perú. Son los "liberales" peruanos, que les dicen.

(Fotografía tomada de aquí.)

(*) En algún lugar hay pueblos y rebaños, pero no con nosotros, hermano mío; aquí hay Estados.

¿Un Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abre tus ojos a mí, porque ahora te hablaré de mi preocupación sobre las muertes de los pueblos.

Un Estado es el más frío de todos los monstruos fríos. Miente fríamente además y esta mentira se arrastra desde su boca: “Yo, el Estado, soy el pueblo”.

¡Es mentira! Los creadores fueron los que crearon los pueblos y colgaron una fe sobre ellos: así sirvieron a la vida.

Los destructores pusieron una trampa para muchos y la llaman Estado; cuelgan una espada y hay cientos que la anhelan.

Foto de Nietzsche tomada de aquí. La traducción del inglés es mía.

Actualización
Publican hoy en Expreso estas declaraciones del presidente Alan García:

“Si los chilenos producen cinco millones de toneladas de cobre, ¿por qué se oponen a que nosotros superemos el millón que producimos?… El viejo comunismo se volvió proteccionista y cerró los países a la inversión. Y el proteccionismo a la vez se vuelve medio ambientalista para, con el argumento de proteger no sé qué, cerrar también los territorios a la inversión… La riqueza es de todos (los peruanos) y no puede haber un pequeño grupo que diga yo me niego a la explotación (minera)”.

Comentario: Que alguien me ayude a entender esta contradicción. En primer lugar, Alan García se muestra desdeñoso del "comunismo" que cierrra los países a la inversión. Unas líneas más abajo sostiene que "la riqueza es de todos". ¿En qué quedamos, señor presidente: usted es o no es enemigo del comunismo?

Actualización 2

Silvio me recuerda posts suyos respecto de la propiedad del subsuelo. Véanse los posts aquí, aquí y aquí. Ahora recuerdo su referencia a la película "Gigante", en un post que sí había leído y se me había olvidado. Pues bien, un economista comparte mi propuesta. ¿Habrá algún abogado que nos pueda dar más ideas?

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