Washington Post: Ironía e integridad Por Silvio Rendon

Lo cuenta el Washington Post en castellano:

Ironía e integridad
Fallo sobre derechos humanos beneficia a víctimas y acusados
Por Marcela Sanchez

Poco después de que el ex presidente Alberto Fujimori fuera extraditado a Perú para enfrentar cargos de corrupción y violación a los derechos humanos, su hija Keiko, congresista peruana, empezó a clamar por sus derechos. Aseguró que su celda era demasiado pequeña y que debiera poder hacer ejercicio y recibir visitas de sus familiares, además de cuidado medico apropiado.

Parece que Fujimori -- acusado de contratar escuadrones de la muerte y ordenar masacres mientras estuvo en el poder en los 90 -- comienza a interesarse por los derechos humanos. Como diría Mónica Feria, "la vida es irónica".

Vale la pena leerlo completo. No sólo es Fujimori quien se beneficia del respeto a los derechos humanos:

No todos lo ven como un avance. El Presidente peruano Alan García se ha rehusado a compensar a las víctimas del Penal Castro Castro y sugiere que los $20 millones de dólares que la corte ordenó pagar sería mejor usarlos en ayudar a los pobres.

Aunque dicho argumento puede tener resonancia entre muchos en Perú, ignora el punto. La Corte decidió que el estado peruano, con su responsabilidad de garantizar "el derecho a la integridad personal de todo individuo que se halla bajo su custodia", no podía masacrarlos o torturarlos impunemente. Tristemente García todavía quiere evitar la sanción asegurando que las víctimas eran terroristas cuando, de hecho, casi todos no habían sido juzgados y una vez lo fueron se les encontró inocentes, como fue el caso de Feria.

García debería conocer mejor que la mayoría la importancia de una decisión objetiva, libre de consideraciones políticas. Él mismo acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la institución hermana de la Corte, para reclamar sus derechos como ciudadano peruano. La respuesta de la Comisión a su denuncia abrió el camino para su regreso del exilio y su eventual exitosa reelección como presidente.

García no está solo. Otras personas de poder han estado acudiendo en mayor número a la Comisión que en una época fue puramente el instrumento de los menos poderosos para reparar abusos como torturas o ejecuciones extrajudiciales. Entre ellos se cuentan los ex presidentes Carlos Andrés Pérez de Venezuela, Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, Lucio Gutiérrez de Ecuador, Efraín Ríos Montt de Guatemala, al igual que ex líderes militares, jueces o legisladores. Hace una década la Comisión recibía 400 denuncias o peticiones relacionadas con violaciones de derechos humanos en las Américas. Hoy, el número se ha triplicado.

También, hay, obviamente, una versión en inglés.

Comentario: Como ya he señalado en Fujimoristas derechohumanistas en la actualidad los fujimoristas se han convertido en campeones de los derechos humanos y del respeto a la vida de los presidiarios. Claro, ahora Fujimori es un presidiario y quieren defenderlo. Lo único que falta es que acudan a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Efectivamente, tiene su ironía.

Es de prestar atención cómo los estándares son diferentes en el país y fuera. Alan García puede encontrar apoyo y ser aplaudido en el Perú diciendo que no compensa a los familiares de los muertos en Castro Castro. Sin embargo, fuera del país todo eso se ve como una barrabasada y queda como un abusivo, un matón de esquina que no respeta las reglas mínimas de convivencia civilizada. Es así. Queda peor aún, cuando trasciende que él sí reclamó por los derechos humanos cuando le convenía. Esto lo coloca junto a otros ex presidentes latinoamericanos con acusaciones de corrupción y violaciones de los derechos humanos. Gente que utiliza a los derechos humanos cuando está en el llano, pero los ignora olímpicamente cuando está en el poder.... De ahí que haya tanta presión internacional con el tema de los derechos humanos. Nuestros países comienzan a dejar de ser la chacra de dictadores y demagogos. Ya era hora.