El desafuero de Ollanta Humala Por Silvio Rendon
Los casos de Toledo y ahora Humala me recuerdan mucho al intento de desafuero de López Obrador en México. El PAN se fue con todo a desaforar, impedir la actividad política, al dirigente del PRD, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). El intento de muerte política duró año y algo, y produjo una gran reacción en contra de parte de buena parte de la ciudadanía mexicana, incluyendo de aquellos que se oponían al candidato izquierdista. "Quiero que se respete mi derecho a votar contra él", rezaba una de las pancartas en una manifestación contra el desafuero. Así de fuerte era la indignación por la maniobra política urdida desde el gobierno.
Sobre lo que ocurrió después hay diversas versiones. Los simpatizantes de López Obrador dirán que hubo fraude, que AMLO ganó las elecciones y que le robaron el triunfo. Yo, restringido por el artículo 33 de la Constitución mexicana, se supone que no puedo opinar sobre el tema. Igual diré algo. El intento de desafuero lo hizo el PAN para contener a un candidato que lideraba claramente la intención de voto en México. Este liderazgo llevó a que AMLO se confiara y cometiera un error garrafal: no asistir al primer debate. Esto le costó una fuerte reduccción en la intención de voto. Ensimismado en su imagen de victoria fácil, evaluó que no valía la pena exponer y debatir sus ideas de gobierno. Mala jugada que le pasaría factura. Es cierto, como lo reconoció el tribunal electoral mexicano, que Calderón contó con ayuda propagandística desde el gobierno. Sin embargo, al día de las elecciones Calderón y AMLO llegan virtualmente empatados, con diferencias estadísticamente no significativas. El conteo de votos no hizo sino reflejar este empate. Cualquier resultado iba a ser objeto de suspicacia. Hablando con simpatizantes del PRD me cuentan de irregularidades en diversos lugares. Y puede ser. Así se han manejado las elecciones durante mucho tiempo. No tiene por qué ser diferente ahora.
Lo que hizo después acabó de hundir al candidato izquierdista, quien decidió hacer un "plantón" en el centro de la ciudad, que él mismo como alcalde controlaba. Esto le motivó más rechazo de parte de sectores que lo apoyaban. Un plantón que duró un par de meses, bloqueando una ciudad de 23 millones de habitantes. El asunto hubiera podido acabar mal si el gobierno central se desesperaba y desalojaba a los plantados. Después de meses, acabó el plantón, sin cumplir sus objetivos. Un nuevo líder sucedió a AMLO en el PRD, y ahí quedó el asunto. Lo que hubiera podido ser un gran triunfo de las izquierdas acabó siendo una gran derrota. AMLO se quedó con la imagen de triunfo que efectivamente tenía un año antes de la elección, cuando lo querían desaforar. No pudo salir de ella y reconocer que los tiempos habían cambiado muy rápidamente. No pudo aceptar la idea de perder sin trampa alguna.
Rescato dos enseñanzas:
1. La importancia de defender el derecho a elegir entre los candidatos. Un candidato puede ser según algunos antipático y hasta peligroso para el país. Son los ciudadanos los que tienen la potestad de decidirlo, no algún poderoso que le pone zancadillas al candidato y por lo tanto restricciones a los electores.
2. La campaña sucia sí afecta a los candidatos que la sufren. Los desespera y les distorsiona su visión de la realidad. La campaña sucia puede tal vez no hacerlos caer directamente, pero sí indirectamente al nublarles la mente e inducirlos al error.
En el Perú de hoy estamos viendo algo parecido. Desde el gobierno ya van dos intentos de destruir la imagen y excluir de la vida polítca a dos políticos de oposición: Toledo y Humala. Con Toledo hubo un intento que fue conjurado. No lo pudieron hundir políticamente. Sin embargo, con Humala la cosa continúa. No tienen evidencias claras que lo vinculen a los asesinatos de policías en Andahuaylas y ya están pidiendo la expatriación del acusado. Más aún, todavía no juzgan a los diversos reservistas acusados por este mismo caso. Recientemente les han dado 36 meses más de cárcel hasta que les armen el caso. Las autoridades judiciales se toman su tiempo, y mientras tanto los reservistas siguen en la cárcel como inculpados. Después de enterarse de la extensión de su periodo carcelario los reservistas reaccionaron con una huelga de hambre de protesta. Estas demoras son muy sospechosas. Que se haga el juicio ya y que se zanje este caso. Ya van años con el tema.
En todo caso, hay un patrón muy claro y es el intento de exclusión de Humala. Vano intento. Humala fue un outsider en 2006, pero en el 2011 ya no lo será. Hay varias posibilidades de outsiders. Me recuerdan a cómo las derechas en 1990 se concentraron en atacar a Barrantes, mientras fue Fujimori quien se despuntaba. Así perdieron las derechas. Falta mucho todavía. Es poner todos los huevos en una canasta. No tiene sentido. Claro que, como he escrito arriba, los banderillazos hacen mella, desmoralizan, confunden, enardecen, nublan la visión del oponente. Recursos de la política sucia.
En mi opinión toda esta campaña no tiene justificación alguna. Son los electores los que deben decidir. Cada uno debe defender su derecho a elegir votar y no votar por algún candidato. Ningún gobierno tiene por qué quitarnos ese derecho. No es de sorprender que debido a esta circunstancia el apoyo a Humala aumente:
Lógico. No apoyan a Humala como candidato, sino su derecho a la vida civil, que no sea desaforado.
Como punto a parte y para terminar mencionaré que tenemos una oposición desaforada, pero también cada vez más débil. Otrora adversarios de García, como Mario Vargas Llosa, pasan a respaldarlo en bloque, sin crítica alguna. Sí, se entiende que el programa actual de García coincida con el del escritor, pero el país necesita también de una oposición democrática. Ese espacio ha quedado vacío. Como ejemplo de que las cosas se pueden hacer diferentes señalaré que Belaúnde nunca se habría acercado a García en la forma como lo ha hecho Vargas Llosa. Habría saludado, sí, pero marcando distancias y defendiendo su espacio político. Mal. Ahora, ¿quién capitalizará el desgaste político de García?
Actualización: Escopeta de dos cañones. El mismo día, por un lado García da marcha atrás:
pero por otro Múlder insiste:
Este tipo de cosas resta credibilidad al gobierno.
Actualización 2: Sobre Mario Vargas Llosa comento un poco más a partir de una plática con Daniel Salas. El tema es que no hay que pensar sólo en la lógica monoiterativa y guerrafriísta de políticas pro mercado y anti mercado, sino en crear alternancias dentro de cada consenso político. Necesitamos abanicos de opciones dentro de opciones pro mercado, que por lo visto se han amelcochado hasta convertirse en indistinguibles. ¿Por qué? En el país hay mucho descontento por algunas cosas que viene haciendo como, sobre todo, por las que no viene haciendo García. El sur chico sigue sin reconstruirse y hay malestar en algunas regiones y en medios sindicales. Ignorar no es resolver los problemas.
Titular e imagen de La Primera:
A Ollanta Humala le caen denuncias graves y hasta quieren desterrarlo. En el caso de Toledo, el Presidente ha dicho “agárrenlo como sea”, según Carlos Ferrero.
García utiliza juicios contra los opositores
Efectivamente, así se ve la cosa.
Los tiempos han cambiado.
Como García es otro, es otra también la actitud hacia él de quienes antes se le oponían. Está bien. Se entiende. Pero, ¿quién se queda en la oposición?
Imágenes tomadas de aquí y aquí. Hacer click en las imágenes para ampliarlas.
Sobre lo que ocurrió después hay diversas versiones. Los simpatizantes de López Obrador dirán que hubo fraude, que AMLO ganó las elecciones y que le robaron el triunfo. Yo, restringido por el artículo 33 de la Constitución mexicana, se supone que no puedo opinar sobre el tema. Igual diré algo. El intento de desafuero lo hizo el PAN para contener a un candidato que lideraba claramente la intención de voto en México. Este liderazgo llevó a que AMLO se confiara y cometiera un error garrafal: no asistir al primer debate. Esto le costó una fuerte reduccción en la intención de voto. Ensimismado en su imagen de victoria fácil, evaluó que no valía la pena exponer y debatir sus ideas de gobierno. Mala jugada que le pasaría factura. Es cierto, como lo reconoció el tribunal electoral mexicano, que Calderón contó con ayuda propagandística desde el gobierno. Sin embargo, al día de las elecciones Calderón y AMLO llegan virtualmente empatados, con diferencias estadísticamente no significativas. El conteo de votos no hizo sino reflejar este empate. Cualquier resultado iba a ser objeto de suspicacia. Hablando con simpatizantes del PRD me cuentan de irregularidades en diversos lugares. Y puede ser. Así se han manejado las elecciones durante mucho tiempo. No tiene por qué ser diferente ahora.
Lo que hizo después acabó de hundir al candidato izquierdista, quien decidió hacer un "plantón" en el centro de la ciudad, que él mismo como alcalde controlaba. Esto le motivó más rechazo de parte de sectores que lo apoyaban. Un plantón que duró un par de meses, bloqueando una ciudad de 23 millones de habitantes. El asunto hubiera podido acabar mal si el gobierno central se desesperaba y desalojaba a los plantados. Después de meses, acabó el plantón, sin cumplir sus objetivos. Un nuevo líder sucedió a AMLO en el PRD, y ahí quedó el asunto. Lo que hubiera podido ser un gran triunfo de las izquierdas acabó siendo una gran derrota. AMLO se quedó con la imagen de triunfo que efectivamente tenía un año antes de la elección, cuando lo querían desaforar. No pudo salir de ella y reconocer que los tiempos habían cambiado muy rápidamente. No pudo aceptar la idea de perder sin trampa alguna.
Rescato dos enseñanzas:
1. La importancia de defender el derecho a elegir entre los candidatos. Un candidato puede ser según algunos antipático y hasta peligroso para el país. Son los ciudadanos los que tienen la potestad de decidirlo, no algún poderoso que le pone zancadillas al candidato y por lo tanto restricciones a los electores.
2. La campaña sucia sí afecta a los candidatos que la sufren. Los desespera y les distorsiona su visión de la realidad. La campaña sucia puede tal vez no hacerlos caer directamente, pero sí indirectamente al nublarles la mente e inducirlos al error.
En el Perú de hoy estamos viendo algo parecido. Desde el gobierno ya van dos intentos de destruir la imagen y excluir de la vida polítca a dos políticos de oposición: Toledo y Humala. Con Toledo hubo un intento que fue conjurado. No lo pudieron hundir políticamente. Sin embargo, con Humala la cosa continúa. No tienen evidencias claras que lo vinculen a los asesinatos de policías en Andahuaylas y ya están pidiendo la expatriación del acusado. Más aún, todavía no juzgan a los diversos reservistas acusados por este mismo caso. Recientemente les han dado 36 meses más de cárcel hasta que les armen el caso. Las autoridades judiciales se toman su tiempo, y mientras tanto los reservistas siguen en la cárcel como inculpados. Después de enterarse de la extensión de su periodo carcelario los reservistas reaccionaron con una huelga de hambre de protesta. Estas demoras son muy sospechosas. Que se haga el juicio ya y que se zanje este caso. Ya van años con el tema.
En todo caso, hay un patrón muy claro y es el intento de exclusión de Humala. Vano intento. Humala fue un outsider en 2006, pero en el 2011 ya no lo será. Hay varias posibilidades de outsiders. Me recuerdan a cómo las derechas en 1990 se concentraron en atacar a Barrantes, mientras fue Fujimori quien se despuntaba. Así perdieron las derechas. Falta mucho todavía. Es poner todos los huevos en una canasta. No tiene sentido. Claro que, como he escrito arriba, los banderillazos hacen mella, desmoralizan, confunden, enardecen, nublan la visión del oponente. Recursos de la política sucia.
En mi opinión toda esta campaña no tiene justificación alguna. Son los electores los que deben decidir. Cada uno debe defender su derecho a elegir votar y no votar por algún candidato. Ningún gobierno tiene por qué quitarnos ese derecho. No es de sorprender que debido a esta circunstancia el apoyo a Humala aumente:
Presentan moción multipartidaria en respaldo a Ollanta Humala
Lógico. No apoyan a Humala como candidato, sino su derecho a la vida civil, que no sea desaforado.
Como punto a parte y para terminar mencionaré que tenemos una oposición desaforada, pero también cada vez más débil. Otrora adversarios de García, como Mario Vargas Llosa, pasan a respaldarlo en bloque, sin crítica alguna. Sí, se entiende que el programa actual de García coincida con el del escritor, pero el país necesita también de una oposición democrática. Ese espacio ha quedado vacío. Como ejemplo de que las cosas se pueden hacer diferentes señalaré que Belaúnde nunca se habría acercado a García en la forma como lo ha hecho Vargas Llosa. Habría saludado, sí, pero marcando distancias y defendiendo su espacio político. Mal. Ahora, ¿quién capitalizará el desgaste político de García?
Actualización: Escopeta de dos cañones. El mismo día, por un lado García da marcha atrás:
Alan García: expatriación de Humala es error fiscal
pero por otro Múlder insiste:
Humala debe "tener pantalones y asumir responsabilidades", sostiene Mulder
Este tipo de cosas resta credibilidad al gobierno.
Actualización 2: Sobre Mario Vargas Llosa comento un poco más a partir de una plática con Daniel Salas. El tema es que no hay que pensar sólo en la lógica monoiterativa y guerrafriísta de políticas pro mercado y anti mercado, sino en crear alternancias dentro de cada consenso político. Necesitamos abanicos de opciones dentro de opciones pro mercado, que por lo visto se han amelcochado hasta convertirse en indistinguibles. ¿Por qué? En el país hay mucho descontento por algunas cosas que viene haciendo como, sobre todo, por las que no viene haciendo García. El sur chico sigue sin reconstruirse y hay malestar en algunas regiones y en medios sindicales. Ignorar no es resolver los problemas.
Titular e imagen de La Primera:
A Ollanta Humala le caen denuncias graves y hasta quieren desterrarlo. En el caso de Toledo, el Presidente ha dicho “agárrenlo como sea”, según Carlos Ferrero.
García utiliza juicios contra los opositores
Efectivamente, así se ve la cosa.
Los tiempos han cambiado.
Como García es otro, es otra también la actitud hacia él de quienes antes se le oponían. Está bien. Se entiende. Pero, ¿quién se queda en la oposición?
Imágenes tomadas de aquí y aquí. Hacer click en las imágenes para ampliarlas.
Etiquetas: Alan García, Humala, Mario Vargas Llosa, México, Política
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