La guerra fría CIA-KGB en el Perú Por Silvio Rendon
Revelaciones de ex-agente de la KGB
Sólo rebotó la denuncia a Luis Gonzáles Posada como agente de la CIA. Otras revelaciones no han rebotado mucho en el Perú ¿Por qué?
Imagen tomada de aquí.
Hace ya algún tiempo el ex ministro de economía César Vásquez Bazán denunció al hoy presidente del congreso, Luis Gonzáles Posada como "hombre de la CIA" en el Perú, aquí.
El sustento para esta afirmación es lo aparecido en el libro "The World Was Going Our Way: The KGB and the Battle for the Third World" de Christopher M. Andrew y Vasili Mitrokhin.
En la página 64 de The world was going our way, los autores señalan que los principales logros de la cooperación entre la KGB y el SIN velasquista fueron cuatro:Juan Gargurevich en Qué tal agente de la CIA... también tocó el tema en base a la misma fuente. El blog de Marco Sifuentes, aquí, y otros espacios también lo rebotaron.
1) La expulsión del Perú de una serie de funcionarios de la CIA.
2) La reducción de las actividades en el Perú del Cuerpo de Paz de los EE.UU.
3) La eliminación de las actividades en la selva peruana del Instituto Lingüistico de Verano.
4) La revelación a círculos gubernativos del rol como agente de la CIA cumplido por un familiar directo de la señora Consuelo Gonzales-Posada de Velasco, esposa del general Velasco y hermana mayor de Luis Gonzales-Posada. La nota manuscrita y la transcripción en el Archivo Mitrokhin se encuentran en la Sección K-22, página 188. En el libro The world was going our way, la referencia del archivista Mitrokhin y de Andrew es la siguiente: "A relative of President Velasco’s wife, occupying ’a high position’ in the administration, was exposed as, allegedly, a CIA agent."
Vale la pena leer el material original. En este enlace se pueden ver más páginas de este libro, incluyendo la página 64 en que se refiere a Luis Gonzáles Posada como hombre de la CIA en Lima. Es una mención entre varias, que han pasado desaparcibidas y que quisiera resaltarlas en el presente post. Se cuenta un fascinante capítulo de la guerra fría EEUU-URSS, el vivido en nuestro país (ver también Frank Ortiz, Alan García y la CTP, Combitos colombroños, La CIA, García y la contrainsurgencia en el Perú, El COSEPAP, García y la manipulación informativa).
La presencia de la KGB en el Perú viene a partir del golpe militar de 1968. Como en ese momento no había relaciones diplomáticas entre el Perú y la URSS, los soviéticos envían a Nikolai Leonov bajo la cobertura de ser un periodista de la Agencia de Prensa Novosti, quien se aloja en un hotel en Lima. A través de la Oficina de Prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores logra contactarse con partidarios del régimen velasquista. En esta estadía Leonov recibiría amenazas telefónicas en ruso y tendría alguien siguiéndolo tomándole fotografías. Según él, la CIA ya estaba al tanto de su presencia y revelaría su verdadera identidad a sus contactos peruanos. El otro problema para él era contactarse con su central en Moscú, para lo cual la única forma era por correo regular. En el correo central de Lima le dijeron una vez que no cierre sus cartas, obviamente para ver el contenido, según él. Por esa razón, una vez que le tocó enviar un material altamente secreto, se tuvo que ir a Santiago de Chile para hacer el envío. En todo caso, Leonov era muy optimista sobre las potencialidades de éxito de esta misión: "Trabajamos políticamente contra los Estados Unidos y ponemos todo nuestro corazón en esta nueva tarea", reportaría a Moscú.
En febrero de 1969, después de una cooperación ininterrumpida de décadas, el régimen expulsó a todas misiones militares americanas. Inusitadamente el gobierno busca la cooperación con los soviéticos. Al mismo tiempo legaliza al Partido Comunista - Unidad, en ejercicio de una tácita alianza táctica con los comunistas locales.
En agosto de 1969, siguiendo al establecimiento de relaciones diplomáticas con la URSS, la KGB establece su oficina en Lima dirigida durante siete años por Arseni Fyodorovich Orlov. Los reportes de éste eran optimistas alabando la línea progresista y anti-imperialista del régimen. Cuando comunistas armados tomaron el control de la Federación Bancaria en junio de 1970, el gobierno lo dejó pasar. La manifestación más popular de la presencia soviética en el Perú fue el circo de Moscú, que se presentó en 1970 en la Plaza de Acho durante todo un mes.
La oficina de la KGB en Lima pronto adquiere contactos confidenciales con el régimen. Uno de ellos fue el consejero de más confianza del Presidente Velasco, un "firme partidario de la colaboración entre la comunidad de inteligencia del Perú y la KGB". Orlov también reporta que "gracias a los buenos oficios de un miembro de la Junta" la filial de la KGB establece contactos con Velasco. Uno de los asesores de alto rango de Velasco fue reclutado como agente de la KGB (Mitrokhin lo señala con nombre propio [¿quién es?]). Según un reporte de la filial de 1971 consta un pago de US$ 5000 a esta persona. Se cita un texto que afirma que "a través suyo se ejerce influencia sobre el presidente Velasco y otros miembros del gobierno peruano, y la opinión pública se moldea a través suyo. Dos periódicos del gobierno están bajo su control".
Para impresionar a los líderes soviéticos, era común que la KGB exagerara sobre su capacidad de influir en la opinión pública extranjera. Sin embargo, definitivamente apoyaron la censura y secuestro de La Prensa, el mas influyente opositor al gobierno, en enero de 1972. Igualmente le destruyeron la casa a Pedro Beltrán so pretexto de ampliar una calle. El New York Time denunció este hecho como una vendetta salvaje contra uno de los más respetados periodistas latinoamericanos.
Animada por sus contactos en el gobierno la KGB le propuso formalmente a su contraparte peruana, el SIN, un convenio que tenía por nombre clave KONTORA. Por este convenio habría intercambio de información, cooperación en medidas de seguridad, formación de agentes del SIN por la KGB y provisión de equipo técnico de la KGB al SIN. Este acuerdo fue ratificado en junio de 1971 por el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). La KGB establecería en Lima a dos oficiales de operaciones y a un especialista técnico como contactos del SIN. Los oficiales de la KGB y el SIN se reunían en Lima una vez por semana, usualmente en locales del SIN. Los soviéticos se alegrarían que una de las consecuencias del acuerdo era que el SIN había retirado su vigilancia de la embajada como de otros locales soviéticos.
Con la ayuda soviética el SIN estableció un puesto de vigilancia cerca de la embajada americana y le tomaba fotos a todo aquel/la que entrara o saliera de ese lugar. Con equipo de la KGB el SIN también chuponeó las llamadas de la embajada americana e interceptó mensajes de radio. La filial de la KGB en Lima afirmó que debido a su trabajo se habría neutralizado una red de agentes americanos en los sindicatos peruanos y liquidado (sic) a un grupo técnico operativo de inteligencia americano. También reclamó el crédito por haber destapado la actividad conspirativa del ministro de interior Armando Artola, desde el comienzo opuesto a la relación con los soviéticos.
Continuará...
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