Política estudiantil y selección adversa Por Silvio Rendon
Interesante el artículo de Abelardo Sánchez en el Comercio:
Los apristas no fueron dirigentes estudiantiles como lo fueron los izquierdistas. Hoy los primeros son políticos y los segundos son intelectuales.
Alguna vez ya he comentado sobre algunas razones para este estancamiento político izquierdista. Mientras el APRA (y las derechas) tenían partidos más estructurados y en renovación, las izquierdas tenían dirigentes eternos que taponaban las posibilidades de promoción de los jóvenes izquierdistas. El tema es que este taponeo también ocurría en las instituciones académicas y ONGs.
Otra explicación es que simplemente las propuestas de izquierdas cayeron en desgracia en el Perú y en el mundo. Con esta caída también cayeron las posibilidades de visibilidad de los izquierdistas que la siguieron, pues varios desertaron. Sin embargo, en los ochentas las izquierdas llegaron a tener un tercio del electorado nacional y en los noventas y dos mil en la región latinoamericana las izquierdas están de regreso, excepto en el Perú.
Una última explicación que me animo a dar es que es un tema de aparente selección adversa. En realidad, la mejor ubicación del capital humano no está en la política, sino en la actividad intelectual. En tal sentido, es normal que los apristas que no eran precisamente lumbreras en la universidad hayan acabado de políticos.
Como para seguir evaluandolo. Queda ahí por ahora.
Alan, el ajedrecista del patio de letrasComentario: Lo ocurrido en esa época siguió ocurriendo. Mauricio Múlder nunca fue un prominente dirigente estudiantil en la PUCP, comparado con sus coetáneos izquierdistas, pero ahora es el secretario general del APRA. Aurelio Pastor perdió las elecciones al Centro Federado de Letras a manos de Daniel Salas, pero ahora es congresista....
(...)
Entre los líderes de aquellas épocas recuerdo a Javier Diez Canseco, Diego García-Sayán, Carlos Blancas, José María Salcedo y Manuel Benza, enfrascados en una lucha desaforada por el Centro Federado de Estudiantes. Alan, nada. Alan jugaba el ajedrez en uno de los rincones del Patio de Letras, mientras Mirko Lauer publicaba sus versos iniciales en una de las vitrinas. De lo que no nos dábamos cuenta era de que Alan, al inicio de la noche, se marchaba, caminando, hacia la Casa del Pueblo ubicada en Alfonso Ugarte, y allí sentía que una multitud potencial podría votar por él en un futuro diferente. La Democracia Cristiana se diluiría entre los llamados cuatro gatos y el FRES desaparecía con la cadencia de un riachuelo, igual como había aparecido en las aulas prefabricadas del fundo Pando.
Los apristas no fueron dirigentes estudiantiles como lo fueron los izquierdistas. Hoy los primeros son políticos y los segundos son intelectuales.
Alguna vez ya he comentado sobre algunas razones para este estancamiento político izquierdista. Mientras el APRA (y las derechas) tenían partidos más estructurados y en renovación, las izquierdas tenían dirigentes eternos que taponaban las posibilidades de promoción de los jóvenes izquierdistas. El tema es que este taponeo también ocurría en las instituciones académicas y ONGs.
Otra explicación es que simplemente las propuestas de izquierdas cayeron en desgracia en el Perú y en el mundo. Con esta caída también cayeron las posibilidades de visibilidad de los izquierdistas que la siguieron, pues varios desertaron. Sin embargo, en los ochentas las izquierdas llegaron a tener un tercio del electorado nacional y en los noventas y dos mil en la región latinoamericana las izquierdas están de regreso, excepto en el Perú.
Una última explicación que me animo a dar es que es un tema de aparente selección adversa. En realidad, la mejor ubicación del capital humano no está en la política, sino en la actividad intelectual. En tal sentido, es normal que los apristas que no eran precisamente lumbreras en la universidad hayan acabado de políticos.
Como para seguir evaluandolo. Queda ahí por ahora.
Etiquetas: Alan García, Izquierdas, selección adversa
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