Arguedas: "¿Y por qué nos mandan a esos?" Por Silvio Rendon
Un caso de generalización en que- ¿No es cierto que el gringo de los trusts no tiene patria? ¿Dónde, dónde pone su corazón? ¿Sobre qué tierra, en qué pueblo? ¿Qué cerro o qué río recuerda en el corazón, como a su madre? ¿Qué hace un hombre que no ha sido cuidado, cuando era hahua, por la voz cariñosa de su madre? ¿Un gringo que no ha sido criado, propiamente? ¿Entiende usted? ¿Que no ha tenido crianza de una patria, sino del billete, que no huele ni a México, ni a China, ni a Japón, ni a New York, que ni siguiera tiene el olor de las lágrimas ni de la sangre ha costado, ni del asufre del demonio? ¡Estamos jodidos, porque ellos mandan todavía en el mundo!
- ¿No cree usted que aman a los Estados Unidos, o a su Inglaterra? ¿No cree usted que cada quien ama al país en que ha nacido? ¿No lo cree usted, compañero? - le pregunté.
- De esos gringos que he visto en Morococha no lo creo, compañero. Uno que tiene a su padre y a su madre y a su patria y va a otra nación para hacer millones con la sangre y la tierra extranjera, acaso, si es hombre criado por padres y madres, ¿puede escupir al trabajador que le hace ganar millones? ¿Puede escupirlo? ¡Ahistá! Ese no tiene crianza. Por eso, como maldición, no hay para él otro apoyo que las balas. ¡Balas y billetes, es la patria del gringo! Y entonces todo se lo quiere agarrar. No hay más remedio para él. ¡Están condenados! Y nosotros, amigo, estamos bajo los zapatos de los condenados!- Usted habla de los gringos que ha visto en Morococha y Cerro. Pero ellos son millones. No confunda...
- ¿Y por qué nos mandan a esos que miran al cholo no como gente si no como a perro? Así es, amigo estudiante. Tú te ves allá, en las minas y, clarito, no encuentras otro camino: o ellos o nosotros.
Etiquetas: Comunismo, EEUU, Estudiantes, José María Arguedas, Minería
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