1960s: El Perú feudal Por Silvio Rendon
[Este post es parte de la serie de entregas sobre el Perú prevelasquista, que continuará después de hoy, 3 de octubre, a veinte años del golpe. Vienen posts sobre las protestas por la visita de Richard Nixon al Perú, el movimiento trotskista, la insurgencia pro-castrista de 1965, y varios otros. Los posts no han salido a propósito en orden cronológico, sino en concordancia con los acontecimientos presentes, como el presente que obviamente viene a pelo con la fecha y con la reciente detención de Hugo Blanco.]
El Perú iba entrar a la séptima década del siglo pasado con la coexistencia de la modernidad de los aviones supersónicos con el atraso feudal en el campo:
En el Cusco había dos tipos de trabajadores: arrendires y peones. A los primeros los hacendados les daban un pedazo de tierra a cambio de trabajar las tierras de la hacienda en "faenas". Era lo más parecido al siervo de la gleba europeo. A los segundos se les pagaba un salario. Además había los pongos. El pongaje eran los servicios domésticos que debían prestar por turnos los colonos, designados por el patrón, tanto en la casa-hacienda como en las oficinas administrativas. Este sistema de servidumbre era tan extendido que trascendía a la hacienda. "Emplean pongos los alcaldes, los maestros de escuela, jueces y otros funcionarios públicos, así como los puestos de la Guardia Civil" [1, p. 40].
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(1) Uno de los abusos muy recurrentes de parte de los hacendados era destruir las escuelas construídas por los campesinos.
(2) Se trataba de un mundo en que cada terrateniente se inventaba y ejercía su propia legalidad:
(3) Para profundizar en el tema ver la producción cientifico social de esos años. Los trabajos de Hugo Neira, Hugo Blanco, Julio Cotler, José Matos Mar, Víctor Villanueva, y tantos otros serían algunas de las fuentes a consultar.
Bibliografía
[1] Villanueva, Víctor. 1967. "Hugo Blanco y la rebelión campesina". Editorial Juan Mejía Baca. Lima, Perú. [¿Uno de los libros que tal vez fue quemado en 1967?]
[2] Añi Castillo, Gonzalo. 1967. "Historia secreta de las guerrillas". Ediciones Más Allá, Lima, Perú.
La fuerza modernizadora de los/as campesinos/as peruanos/as.
Impulsaron el capitalismo contra la feudalidad.
Tierra y Muerte de Hugo Neira.
Video visto antes aquí
El Perú iba entrar a la séptima década del siglo pasado con la coexistencia de la modernidad de los aviones supersónicos con el atraso feudal en el campo:
Un día se produjo un amago de incendio cerca de un depósito de hojas de coca en una hacienda de Alfredo Romainville. Éste culpó al colono Melquiades Bocángel de ser el responsable del amago y, haciendo justicia con sus propias manos, hizo desnudar al inculpado, lo colgó de un árbol de mango y procedió a flagelarlo en presencia de toda la gente de la hacienda "como ejemplo y advertencia". El cruel castigo hubiera continuado si los propios hijos de Romainville no se arrodillan y llorando piden el perdón del presunto culpable.Esto era lo que ocurría en el valle de la Convención en el Departamento del Cusco, pero situaciones similares ocurrían en casi todo el campo peruano. El poder judicial peruano no daba ninguna esperanza a quienes padecían estas realidades. En Cusco, Puno, Apurimac, Huancavelica y Huánuco sólo votaba el 5% de la población [2, p. 49]. Robert F. Kennedy la vio, aquí: no pueden votar porque son analfabetos, y siguen analfabetos porque no tienen escuelas (1). La gente vivía aplastada por el sistema económico, político y judicial (2).
El colono Cirilo Guzmán fue comisionado para conseguir un caballo y cargar un saco de café de 6 arrobas. Como Guzmán no consiguiera el caballo, Romainville le hizo colocar el aparejo de animal como si fuera bestia de carga, le puso encima el saco de café, luego, haciéndolo caminar en cuatro pies, lo obligó a dar vueltas alrededor del matucancha, que es el patio para secar a los productos. Para que caminara más de prisa lo azotaba fieramente sobre espalda y piernas.
Hernando Villena quedó inválido por los maltratos inferidos por Romainville. Este personaje, apodado el "Monstruo de la Convención", unía a su crueldad el sadismo y la sevicia. Un día, acompañado de su hermano y Esteban Góngora, fue a la casa de la tia de éste, ordenó a su hermano que la violara y luego, revólver en mano, obligó a Góngora que violase a su tia.
Por haber organizado el Sindicato de Campesinos de Santa Rosa y Chaupimayo., Romainville hizo detener al Secretario General Andrés Gonzales, al Secretario de Defensa Oscar Quiñónez y al Secretario de Asuntos Sociales Constantino Gordillo. Por este "delito" esuvieron presos dos años.
En Cochabamba una mujercita dijo al diario "Expreso" que la castigaron de tal forma con agua hirviendo y palmetazos en ambas manos que los médicos de Quillabamba no tuvieron más remedio que amputárselas (Diario Expreso- Lima, 22 de mayo de 1962).
El corresponsal del mismo diario vio cuando llegaba un campesino con su mujer, ambos ensangrentados. Los gamonales Abraham y Anselmo Márquez los habían atacado, golpeado y violado a la mujer.
(...)
Los archivos del Ministerio de Trabajo están llenos de esta clase de denuncias, los tribunales de justicia están igualmente atestados de juicios de la misma laya, mas, como ya lo dijo el doctor Garmendia, en una Memoria como Presidente de la Corte Suprema, nunca se ha visto que un indígena haya ganado un juicio a un hacendado en ningún tribunal del Perú.
[1, p. 29-30. Del proceso a Hugo Blanco].
Cuando los españoles llegaron, se adueñaron de las mejores tierras y persiguieron a nuestros antepasados, los indios, esclavizándolos en las minas y en la servidumbre. Las masas autóctonas tenían que ir dejando las tierras de los valles para trasladarse a zonas más altas, cerca a las punas. Con grandes esfuerzos lograron sobrevivir. Hicieron producir tierras sobre los 3,500 metros de altitud. Pero como aumentaron los candidatos a gamonales, y como los terratetientes insistían en extender sus dominios, cada vez más desplazaban y usurpaban las tierras ganadas a las punas. No les quedó otra alternativa a los nativos: o se quedaban de peones o subían a zonas aún más elevadas. La mayor parte siguió subiendo; prefería enfrentar los desconocidos sacrificios que les costaría hacer producir las propias nieves, sacar fruto de las propias piedras y de los pajonales, antes que sentir ellos y sus hijos el látigo de los gamonales, curas y caciques.Hoy en día se habla del "derecho de propiedad" como si éste sólo fuera para los más poderosos. Se dice incluso que los campesinos trabajan "tierras que no son suyas" aquí. En realidad, los campesinos fueron despojados de su propiedad. Se les expropió, confiscó, robó. La defensa del "derecho de propiedad" era siempre para otros. Se les usurpaba la tierra, las comunidades iniciaban el juicio, el poder judicial demoraba el proceso, y el derecho de propiedad de la comunidad prescribía:
[2, p. 50]
"-Generalmente las comunidades, antes de pasar a las situaciones de facto, de hecho violentas, procedieron "dentro de la Ley" siguiendo juicios interminables (se conocen algunos que se prolongaron por más de 70 años sin concederse sentencia). Es que en el Perú los actos ilegales de "perfeccionaron" con el correr de los años a base de figuras jurídicas tales como la "prescripción", mediante la cual la posesión ininterrumpida de un bien por una tiempo determinado (30 años para el caso peruano) otorga derecho de propiedad ..."El sistema era para los poderosos...
- "Se habla así de dicotomía legal: el indígena en posesión de los viejos pergaminos entregados durante la Colonia, y el gamonal o el latifundista en posesión de títulos entregados por la República. Ante los tribunales ambas titulaciones son válidas. Pero antes una igualdad de derechos, el más fuerte, el que conoce de arcucias, el que sabe del valor "adquisitivo" de dinero, el emparentado al Gobierno "todopoderoso" será el triunfador, el que gane, pero no por mucho tiempo..."
- "Se inicieron los actos de recuperación de tierras, se invocó el código, el inciso, el artículo, el sagrado derecho de propiedad, el respeto al imperio de la ley, y fueron muchos los comuneros que pagaron con su vida el intento de recuperar lo propio. Allí estaba la fuerza pública para restablecer el "orden", para mantener "las instituciones democráticas", las "instituciones tutelares" de la patria..."
[2, p. 26]
En el Cusco había dos tipos de trabajadores: arrendires y peones. A los primeros los hacendados les daban un pedazo de tierra a cambio de trabajar las tierras de la hacienda en "faenas". Era lo más parecido al siervo de la gleba europeo. A los segundos se les pagaba un salario. Además había los pongos. El pongaje eran los servicios domésticos que debían prestar por turnos los colonos, designados por el patrón, tanto en la casa-hacienda como en las oficinas administrativas. Este sistema de servidumbre era tan extendido que trascendía a la hacienda. "Emplean pongos los alcaldes, los maestros de escuela, jueces y otros funcionarios públicos, así como los puestos de la Guardia Civil" [1, p. 40].
La mitani significa el mismo servicio que el del pongo, pero para la mujer. El patrón las escoje entre las más jóvenes para que se ocupen de la cocina, lavado y , con mucha frecuencia, para el refocilamiento del mismo gamonal o sus hijos.Definitivamente, esta realidad feudal era insostenible y acabó por crear una situación explosiva en el campo peruano, como lo veremos en posts venideros (3). Era necesaria una reforma agraria. Todos los partidos políticos la planteaban. Se la prometieron a los electores en 1962. Solo que no cumplieron. ¿Qué pasa cuando las promesas electorales quedan incumplidas?
El caso del Niño Abelito que figura en el expediente de Hugo Blanco es típico. El hacendado Menacho ordenaba que le llevarn a su casa en el Cuzco, a una mitani para el servicio de su hijo- el "niño Abelito" -, la que era devuelta cuando quedaba embarazada, para ser reemplazada por otra.
[1, p. 40]
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(1) Uno de los abusos muy recurrentes de parte de los hacendados era destruir las escuelas construídas por los campesinos.
(2) Se trataba de un mundo en que cada terrateniente se inventaba y ejercía su propia legalidad:
El gamonal Márquez arrasó con su enorme tractor una escuelita recién inaugurada. En Aranjuez, el dueño de las tierras echó al río a Danilo Casafranco, que era el secretario general del sindicato recién formado. En otra hacienda se cobraba derechos de aduana: 0.20 centavos por cada chancho y un sol por cada vaca o caballo que cruzaba las áreas cultivadas. El terrateniente Pancorvo exigía personalmente el saludo en la misma tranca de su propiedad. Una vez abofeteó a un policía que pasó en su delante sin hacerle la genuflexión tradicional. Pancorvo era el Senador que defendió con tanto ardor la llamada Ley Vial. Al promulgarse dicha ley, hizo trabajar en sus cañaverales de Paltaybamba a los hombres pagados por el Estado para la construcción de carreteras proyectadas. Otro acaudalado cuzqueño tenía su moneda propia, en la que acuñó su nombre y su rostro; con esa moneda pagaba los jornales. De este modo lograba que los peones hicieran forzosamente sus compras en la tienda de su fundo. Naturalmente que esa moneda carecía de valor fuera de sus dominios. Romainville compraba cinco quintales de café con un quintal de azúcar. este trueque era obligatorio para los hombres que cultivaban sus tierras. En otra época hizo que el Estado le construyera una carretera particular (en forma gratuita). No aceptaba que las campesinas usaran zapatos.
[2, p. 158].
(3) Para profundizar en el tema ver la producción cientifico social de esos años. Los trabajos de Hugo Neira, Hugo Blanco, Julio Cotler, José Matos Mar, Víctor Villanueva, y tantos otros serían algunas de las fuentes a consultar.
Bibliografía
[1] Villanueva, Víctor. 1967. "Hugo Blanco y la rebelión campesina". Editorial Juan Mejía Baca. Lima, Perú. [¿Uno de los libros que tal vez fue quemado en 1967?]
[2] Añi Castillo, Gonzalo. 1967. "Historia secreta de las guerrillas". Ediciones Más Allá, Lima, Perú.
La fuerza modernizadora de los/as campesinos/as peruanos/as.
Impulsaron el capitalismo contra la feudalidad.
Tierra y Muerte de Hugo Neira.
Video visto antes aquí
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