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12 dic. 2008

Hugo Blanco 2. 1963. Pucyura y Mesacancha Por Silvio Rendon

Como vimos en Hugo Blanco 1. 1966. El juicio, Hugo Blanco fue juzgado en Tacna y condenado a 25 años de prisión. Pero ¿por qué?

Dejaré que el propio Gonzalo Añi Castillo relate cómo Hugo Blanco, alias Condori, fue detenido el 30 de mayo de 1963 (dos semanas después de la muerte de Javier Heraud, quien se dirigía en su ayuda):
La termocefalía (los exaltados) cundía en Chaupimayo. La indiada, como dirían “los gamonales”, estaban más bravos que nunca. La agitación, en medio de sus estertores, alcanzaba su máximo apogeo. Los soldados penetraban cada vez más en La Convención, Lares y Occobamba.

Lejos de Chaupimayo, cuartel general de Condori, un dirigente gremial (Bolaños) sufría un ultraje más por parte del hacendado Ángel Paullo. Éste, años atrás, había violado a la mujer de Bolaños y se convirtió en la permanente humillación del infeliz campesino. Pero Paullo era tenaz, y tiempo después, también violó a una de las hijas del mismo Bolaños y quiso hacer lo propio con la otra hija; y al no lograrlo, azotó al padre.

ASALTO AL PUESTO DE “PUCJURA”

El nombre de Condori recorría los labios de las gentes como refiriéndose a un Redentor o enderazador de entuertos. Bolaños fue aconsejado y marchó a Chaupimayo, para solicitar ayuda. Condori lo acoge y convoca a Asamblea. Más de 500 andrajosos campesinos escucharonn al propio Bolaños relatar en idioma nativo los abusos recibidos en carne viva. La Asamblea nombró una Comisión para la venganza, encabezada por Condori y Pedro Candela. En esos días recibieron otra mala nueva que los exasperó aún más: Paullo había herido de bala a un niño llamado Andrés Huamán.
Blanco y sus 25 comisionados, casi todos armados de machetes y hondas, llegaron a los dominios de Paullo. Al acercarse al pueblo de Pucyura, Condori planea capturar el local policial, tomar las armas y seguir el camino en pos del abusivo. Él mismo ingresa al pueblo a pie, desarmado aparentemente, y se acerca a la puerta del Puesto GC, donde un guardia leía un periódico. Candela quedaba atrás, al mando del grupo, con órdenes de avanzar a una señal convenida.

“Tengo una denuncia que hacer”, dijo Condori.

El guardia, viéndolo sin armas, lo hace pasar al despacho, Condori toma asiento. Con pasmosa tranquilidad argumenta:

“Hay en esta zona un gamonal llamado Angel Paullo. Ha sido denunciado muchas veces por diversos delitos y ustedes no han hecho nada contra él. Últimamente ha violado a la mujer y a una hija de Bolaños, y ha herido de bala a un niño. Como ustedes no se atreven a tocarlo, quiero sus fusiles para ir a castigarlo nosotros mismos”.

En el mismo cuarto que hacía de despacho, estaban los fusiles de repetición. Condori extrajo un revólver de sus casaca decuero marrón y encañonó al guardia. Éste no acató la orden de levantar las manos; quiso desenfundar su pistola, pero recibió un balazo en el abdomen. El eco del proyectil sirve de señal a Candela y éste ordena avanzar. Del interior del Puesto GC aparece otro guardia; y se produce un tiroteo.

Al llegar los comisionados, Condori abandona el despacho y ordena rodear el local policial. Exige la rendición al guardia, que se resiste. Candela arroja dos cartuchos de dinamita y el policía abandona finalmente su posición, cayendo prisionero. En plena calle es interrogado:

“- ¿Dónde están los demás?

Briceño no habla.

Candela toma uno de los fusiles, le asesta un culatazo en el rostro. El guardia pierde el conocimiento, empieza a perder abundante sangre. Condori ordena buscar un curandero o enfermero. Hallan uno pero el asustado empírico se niega a asistir al malherido. Cae la noche y llega la alborada. Y el guarda Briceño expira. El otro logra salvar de la muerte, pero es hecho prisionero y anuncia que sus compañeros han salido de campaña para custodiar el transporte de un ganado. Cita la quebrada de Mesacancha com oun paso obligado. Condori ordena desviarse de la ruta para ir a esa quebrada.

En Mesacancha se organiza una emboscada y en ella mueren acribillados otroa dos guardias civiles. La represión se intensifica. Condori es advertido y avanza con dirección al poblado de Itma (alturas de Vilcabamba). Ordena dividir el grupo en tres. Algunos campesinos empiezan a abandonarlo. Condori y 8 de los comisionados se internan en la fronda, pero en Villacampa es sorprendido por otro destacamiento policial. Luego de una breve escaramuza el grupo se dispersa. Condori logra huir pero queda solo.

"PACO" DETECTA A HUAMÁN: LA SUERTE DE BLANCO ESTÁ ECHADA

Durante varias semanas pierde todo contacto con sus hombres, amigos de Chaupimayo y familiares del Cuzco.. Entre tanto, la PIP aplica su táctica de infiltración o contraespionaje. Muchos de sus hombres son disfrazados de campesinos y distribuidos en la zona. Uno de los agentes secretos ("Paco") logra penetrar al grupo rojo que opera en la Ciudad Imperial. Observa quien es quien y, sobre todo, logra descubrir el sistema de la comunicación con el Comando de Chaupimayo.

Condori retoma el contacto y sus hombreenlace llamado Mario Huamán es chequeado por "Paco". HUamán llega al Cuzco, habla con los del FIR y retorna al escondite de su jefe. En el trayecto es detenido por un pelotón de investigadores. Su silencio dura algo más de cinco días. Pero la Táctica científica siempre gana. O casi siempre. en el caso de Huamán dio resultados. Éste reveló el lugar exacto donde Condori estaba aguardándolo, y es obligado a conducir a sus captures hasta Chaupimayo Chico. En un arriendo próximo a Quillabamba, Condori habitaba una covacha.
Si Huamán hubiera resistido unas seis horas más sin hablar, Blanco habría podido huir nuevamente. Planeaba abandonar la cueva e internarse en otra zona aún más inaccesible, si Huamán demoraba más.

En un amanecer (30 de mayo) Condori divisó desde la boca de la cueva a su emisario. Éste avanzaa rígido, vacilante, extraño. Otros hombres lo acompañaban. Condori olfateó el peligro. Segundos después advirtió que estaba rodeado. Empuñó su fusil y corrió hasta un peñón ubicado frente a la cueva. Varias veces lo instaron a rendirse. Tiroteo. Un detective se le abalanzó pistola en mano, disparándole eal cuerpo. Condori comprendió que su fin había llegado. No opuso más resistencia.

Inmediatamente, después de su captura, asegura el propio Condori, un Capitán GC ordenó al detective que matara al cautivo. El Capitán ya tenía conocimiento del asalto al Puesto de Pucyura y de la emboscada de Mesacancha. El detective no hizo el tiro de gracia. Algunas ráfagas de metralla fueron disparadas al peñón. El detective se metuvo firme y retornó al grupo escudando a Condori, que ya estaba esposado. El iracundo Capitán se les acercó y aplicó un culatazo en la nuca del guerrillero.

Un jeep del Ejército trasladó a Condori hasta el campo deportivo de Quillabamba. Descenció un helicóptero de la Fuerza Aérea Peruana y el pez gordo de los insurrectos fue embarcado con destino al Cuartel Mariscal Gamarra, del Cuzco. La leyenda del trotskista barbudo había terminado.

En los días subsiguientes, Candela y los demás cayeron uno a uno. todos se reunieron en el mismo Cuartel. Tiempo después fueron trasladados al penal de Arequipa.
Hasta aquí el ex director de Correo. En "Tierra o Muerte" Hugo Blanco cuenta que el campesino Tiburcio Bolaños era el secretario general de la hacienda Qayara de propiedad de Ángel Paullo. Este hacendado comete las diversas atrocidades mencionadas (además saquea la casa de Bolaños) y dispara al niño, que no sabía dónde estaba Bolaños, con la complicidad de los guardias civiles.

También menciona su desacuerdo con los estalinistas (moscovitas como los de "la variedad pekinesa") sobre el rol de los pequeños propietarios en la insurgencia. Mientras los estalinistas los consideran parte de "las fuerzas revolucionarias" que no deben ser expropiados al comienzo del proceso, Blanco sostiene que "si uno está del lado de los campesinos, uno necesariamente entra en conflicto con este sector y precisamente al comienzo del proceso". Según Blanco, el campesino entra en conflicto con el terrateniente no importa cuán pequeño éste pueda ser, mucho antes de que el tema sea el reparto de la tierra, por pedirle reducciones de la renta, o por cualquier otro tema.

Finalmente, en "Tierra y Muerte"la gran conclusión de Blanco sobre su insurgencia es que no tenía un partido. Incluso si hubiera recibido la ayuda enviada desde Cuba, dice, igual habría sido derrotado. Su principal debilidad era política y un partido no puede ser importado. Tuvo una banda guerrillera con un par de acciones, como la referida emboscada y otro combate en que las FFOO los hicieron huir. Se hicieron también acciones aisladas de "sabotaje campesino" en su nombre (cortar líneas telegráficas, destruir puentes, por ejemplo). En ese libro, Blanco concluye este capítulo con la frase "hemos aprendido la lección".

Continuará en Hugo Blanco 3: 1962. Chaupimayo.







Hugo Blanco en Via Crucis, Quillabamba, en 1997, 34 años después.

Ver aquí la entrevista de Caretas.
-¿Qué diferencias encuentra entre el Chaupimayo de la época guerrillera y el Chaupimayo de hoy?

Pocas, creo que subsiste el esfuerzo colectivo para beneficio de la comunidad. Cuando v[b]otamos al hacendado Romanville en la época del '60 teníamos apenas una escuelita. Nosotros mismos pagábamos a los profesores y eso en plena lucha porque el hacendado lo prohibía. Recuerdo que a un campesino se le ocurrió contratar una maestra para que enseñara a sus hijos y a otros niños más. Cuando el hacendado se enteró, lo agarró a sopapos. Tras la expulsión del hacendado se logró construir cuatro escuelas primarias, un colegio secundario, una carretera de más de 24 kilómetros, una posta médica, servicios de agua potable en todos los poblados y la instalación de una antena parabólica, todo con el esfuerzo y aporte económico de los propios compañeros.
Imagen tomada de Caretas.

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6 dic. 2008

Hugo Blanco 1. 1966. El juicio Por Silvio Rendon

Tribunal: ¿Por qué asaltó el puesto de Pucyura?

Blanco: Antes de decírselo tengo que explicar los antecedentes de La Convención y Lares.

Tribunal: (interrumpiendo) ¿Por qué asaltó el puesto de Pucyura?

Blanco: En el valle de Lares la explotación era inicua; los trabajadores de un fundo laboraban 12 horas al día.

Tribunal: (interrumpiendo) ¿Por qué asaltó ...?

Blanco: Le estoy contestando. Usted no quiere escucharme.

Tribunal: ¡Acusado! ¡Está usted faltando el respeto a este tribunal!

El defensor Battilana interrumpe para pedir flexibilidad y tolerancia a los jueces. El Tribunal le contesta que las preguntas son concretas y que las respuestas deben ser concretas.

Tribunal: ¿Por qué asaltó el puesto de Pucyura?

Blanco: Había una explotación bárbara en los valles cuzqueños. Bueno, toda explotación es bárbara. Llegamos nosotros y organizamos un movimiento sindical como una oposición al abuso. Logramos en muchas zonas que los campesinos se unieran, pero provocamos fuertes represalias en contra nuestra, de parte de las autoridades. Fui perseguido. Muchos de mis compañeros pasaron a la clandestinidad. Cuando la represión alcanzó su plenitud el Gobierno puso a un General del Ejército como Prefecto del Cuzco. Después de sucesivas incursiones o redadas, decenas de dirigentes campesinos llenaron las cárceles. En todo lugar que visitaban, los miembros de la Tropa de Asalto cometían una serie de tropelías. (En este pasaje de su intervención, Blanco comenzó a enumerar algunos de los abusos, que en su concepto, precipitaron los luctuosos sucesos de Pucyura y Mesacancha).
Aquí Hugo Blanco relata las realidades que comenté en El Perú feudal y 1960s: Las barreras a la acumulación de capital humano.
El Presidente del Tribunal, que lo había dejado hablar durante unos 20 minutos, interrumpió a Blanco.

Tribunal: Acusado. Lo que usted está diciendo no es materia de este juicio. Concrétese a responder la pregunta. Sea breve.

Blanco: ¡Es que los abusos no han sido breves; han durado años, décadas...!

Tribunal: Abrévielos, entonces.

Blanco: Tal vez lo hagamos con la ayuda de las Fuerzas Armadas.

[Tomado de Añi Castillo, Gonzalo, 1967, Historia secreta de las guerrillas.]
Este era el juicio, un Consejo de Guerra, a una treintena de campesinos cusqueños y a Hugo Blanco en la ciudad de Tacna. La acusación era de matar a un policía en el puesto policial de Pucyura y a otros dos en Mesacancha. Las autoridades cambiaron el lugar del juicio de Arequipa a Tacna con la intención de no levantar polvareda. Juzgar a Blanco en la ciudad más belicosa del sur peruano era riesgoso, pensaron.

Ya en la Ciudad Heroica, el Consejo Militar pidió la pena de muerte para el cabecilla, es decir, para Hugo Blanco (1). Al comienzo recibieron a Hugo Blanco con abierta hostilidad. Sin embargo, lo que vieron los tacneños y los periodistas y autoridades chilenas que asistieron al juicio fue a 30 peruanos en paupérrimas condiciones económicas. Al respecto Añi Castillo comenta:
Varios periodistas de Chile presenciaron la escena que avergonzaba a todos los que creen en la Democracia Representativa y en el principio de la Dignidad Humana. Figuraban entre los espectadores el ex Presidente del Senado chileno, Juan Luis Mauraz Novella, y el Alcalde de Arica, Santiago Arata. Y aunque en el país de tan distinguidos señores, el rostro de la miseria también está surcado por arrugas de desesperanza, los interrogatorios acabaron por conmoverlos. Sin cortapisas manifestaron su pesar a los representantes del periodismo peruano. Pesar por hallar en nuestro país otros ejemplos vivientes de una opresión secular y despiadada.
Así, hacer el juicio en Tacna le dio mayor cobertura mediática. Al presidente Belaúnde le comenzaron a llegar cartas de personalidades como Bertrand Russell, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre, pidiendo la libertad de Hugo Blanco y los campesinos detenidos con él.
Octavio Huaca León tenía 17 años cuando fue aprehendido en Quillabamba. Su delito: llevar maiz tostado a Hugo Blanco. Estuvo detenido 29 meses. (...) Francisco Coyo Palomino llevó unos bultos al cabecilla durante el asalto al puesto de Pucyura. "Allí me detuvieron; me han fracturado 6 costillas y el coxis", dijo. (...)

Los demás: Juan Pando, Gregorio Surco Quispe, Basilio Alvares Saco, Emiliano Fernández Ojeda y Nemesio Bocángel Zavala, consideraron a Blanco un redentor "Desde su llegada en 1962 se interesó por nuestro drama - dijeron -; puso freno a los abusos, era una especie de abogado, a él le consultábamos todos nuestros problemas".
El proceso pasó de ser el juicio contra un grupo de delincuentes y asesinos a ser el juicio a los abusos de los terratenientes en el campo peruano. A partir del proceso a Hugo Blanco se documentó y transcendió a nivel nacional como internacional la triste realidad de opresión que vivía una gran parte de nuestros compatriotas.

La sentencia finalmente fue de 25 años para Hugo Blanco, 22 años para Pedro Candela, involucrado en asaltos a bancos en Lima, el único que logró sumarse a Hugo Blanco en La Convención. De los otros 27 procesados, 21 quedó en libertad, pues recibieron sentencias inferiores al tiempo que estuvieron detenidos (casi dos años); seis fueron sentenciados a penas entre 4 y 8 años.

La mayoría pasó a “firmar” con su huella digital y requirieron de un traductor del quechua al castellano, un guardia civil.

En las calles de Tacna durante los diez días que duró el juicio, el ánimo había cambiado hacia la simpatía a los sentenciados, a quienes apoyaban con frazadas, ropa y alimentos. Un fotógrafo se percató del asunto y vendió fotos autografiadas de Hugo Blanco. La gente desde el Cusco tenía esperanza en Hugo Blanco. Al abogado, Alfredo Battilana, un hombre mayor le pidió que le diga a Hugo Blanco que si tenía que morir, lo aceptara, pero que no claudicara. Incluso los guardias civiles y guardias republicanos vieron en Hugo Blanco a alguien que estaba con ellos, a pesar de la muerte de tres guardias civiles. Lo animaban a seguir adelante. Hugo Blanco sería trasladado al Frontón.

Irónicamente, la gran mayoría de los juzgados que quedaron en libertad prefirió quedarse en prisión: no tenían dinero para regresar a su lugar de origen. En Tacna se convirtieron en huéspedes ilustres, los únicos que tomaban leche en una cárcel peruana. Muchas familias tacneñas conmovidas les enviaban frazadas, ropa, comida. Finalmente, les hicieron una colecta para comprarles el pasaje de regreso “a la tierra que, otrora, fue considerada ‘el ombligo del mundo’ por ser Capital de un poderoso imperio, bravío y conquistador”.

Con esta sentencia se ponía fin a una etapa del movimiento campesino en el Perú (2). (Por cierto no fue el libro de Hugo Neira el que salvó a Hugo Blanco, como afirmara en este video). Esta serie de posts va hacia atrás. Continuará en el post "Hugo Blanco 2. 1963. Pucyura y Mesacancha".

Nomás una pregunta para reflexionar, pues a veces se condena a los "agitadores" y "extremistas" que "azuzan" a los más pobres a rebelarse contra la opresión. Pero entonces ¿por qué no fue gente de ideología más democrática la que se compró el pleito de apoyar a los campesinos? No suena a que nadie les impidiera acercarse a los campesinos y apoyarlos en sus reclamos.
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(1) Hubo diversas irregularidades. Encarcelaron a los abogados de Hugo Blanco, al primero en el SEPA durante diez meses. Hugo Blanco tuvo que hacer 10 huelgas de hambre para que tener el derecho que gozaban otros detenidos, a las visitas.

(2) La defensa apelaría y, por su parte, la acusación volvería a pedir la pena de muerte para Hugo Blanco. Finalmente no se concretaría. Hugo Blanco saldría libre en 1970. El gobierno de Velasco Alvarado lo invitaría a unirse a la reforma agraria, pero éste rechazaría la oferta.

El grupo de campesinos cusqueños juzgado con Hugo Blanco (a quien se ve en la segunda fila, a la izquierda, rodeado de tres policías, los mismos que lo sujetan en la foto de abajo). Vivían mejor y eran más apreciados estando detenidos en Tacna que en sus lugares de origen.
Imagen tomada del libro "Tierra o Muerte" de Hugo Blanco.
Hacer click en la imagen par ampliarla.


Hugo Blanco gritando "¡Tierra o Muerte!" en el Consejo de Guerra de Tacna, en 1966. La Ciudad Heroica acabó por apoyar al "peligroso cabecilla" y a sus co-acusados, campesinos pobres cusqueños.

Imagen tomada de aquí, Caretas.

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19 nov. 2008

1976: Carlos Rangel sobre las élites criollas Por Silvio Rendon

Lo cuenta este periodista venezolano en "Del buen salvaje al buen revolucionario":
El reverso de los mitos

El Túpac Amaru histórico fue un descendiente en línea directa de Ios Incas, Emperadores del Perú preecolombiano. Al rebelarse en 1780, cambió su nombre españolizado por el de un Inca ejecutado en 1569 por Francisco de Toledo, el Virrey que entre ese año y 1582 consolidó definitivamente el dominio español soobre el territorio peruano.

Derrotado y preso, Túpac Amaru II fue vejado y muerto cruelmente, con lo cual paso a la historia como mártir y precursor de la independencia latinoamericana.

Esto es típico de los equívocos y los mitos de la América Latina. Túpac Amaru se rebeló en nombre del Rey español, Carlos III (1759-88) y contra 1os abusos de los criollos peruanos. Fueron éstos quienes le hicieron frente, lo derrotaron y lo supliciaron, sobre todo para defender sus privilegios de descendientes de los conquistadores, y sólo accidentalmente para sosteener 1os derechos de un lejano rey afrancesado, quien desde 1765 había comenzado a molestarlos y a inquietarlos con la extensión a America de ideas modernas sobre una mejor administración y supervisión imperiales basadas en el sistema francés de delegados (intendentes) de la corona.

En este ocaso del Imperio Español de América, los criollos americanos, cepa de la estructura de poder de todas las futuras repúblicas independientes, viven emociones y sentimientos contradictorios. La rebeldia exitosa de los colonos ingleses de America del Norte los fascina. Aspiran a ejercer todo el poder, a tener todos los honores, en lugar de tener que admitir la tutela de España, ejercida por funcionarios peninsulares. Pero a la vez, como amos en una sociedad esclavista, se saben rodeados de enemigos. No sólo los indios en apariencia sumisos, pero que de vez en cuando estallan en rebelion, como en el Perú en 1780; o como en México en 1624 y 1692; sino ademas los negros bárbaros y violentos y los pardos humillados y resentidos. En el motín de 1692 los esclavos negros, los pardos y hasta los blancos pobres, llamados en Mexico saramullos, para distinguirlos de los orgullosos criollos, habian terminado por hacer causa común con los indios en una explosión de cólera contra toda autoridad y toda riqueza.

Por si todo o esto fuera poco, la revolución de Haití les ofreció a los criollos hispanoamericanos, desde 1791, una demostración práctica de lo que podia ser la guerra social en las sociedades esclavistas de América, una vez disueltos los vínculos con la metrópoli y resquebrajados los hábitos de autoridad y sumisión.

Frente a la masa oscura y enemiga de los esclavos, los siervos y las castas libres inferiores, los criollos se sienten ansiosamente españoles, fieles súbditos del Rey. Criollos pueden en haber sido (y fueron probablemente) los verdugos de Túpac Amaru. Criolla tambien la pluma redactora del bando proclamado en Cuzco tras haber sido ahogada la sublevación: "Por causa del rebelde, mándase que los naturales se deshagan o entreguen a sus corregidores cuantas vestiduras tuvieren, como igualmente las pinturas o retratos de sus Incas, los cuales se borrarán indefectiblemente como que no merecen la dignidad de estar pintados en tales sitios.

Por causa del rebelde, celarán los mismos corregidores que no se representen en ningún pueblo de sus respectivas provincias comedias u otras funciones públicas de las que suelen usar los indios para memoria de sus hechos antiguos.

Por causa del rebelde, prohíbense las trompetas o clarines que usan los indios en sus funciones, a las que llaman potutos, y que son unos caracoles marinos de un sonido extraño y lúgubre.

Por causa del rebelde, mándase a los naturales que sigan los trajes que les senalan las leyes, se vistan de nuestras costumbres y hablen la lengua castellana, bajo las penas más rigurosas y justas contra los desobedientes".

Pero los mismos criollos que lanzan (o suscriben) en 1781 esa proclama de ocupantes, van, a partir de 1810, a declararse "indios honorarios", herederos y vengadores del Buen Salvaje. El himno del Peru independiente designa a Lima (la mas española, junto con México, de las ciudades hispanoamericanas) heredera del odio y la venganza del Inca, su legítimo señor, y libre de nuevo después de tres siglos de opresión extranjera (1). El himno de Argentina asegura que con la guerra de emancipación, los Incas se conmovieron en sus tumbas por la emoción de ver "a sus hijos" renovar "el antiguo esplendor de la Patria". En Ecuador, Jose Joaquín Olmedo, suerte de poeta laureado de la Gran Coolombia, imagina (en 1825) al Inca Huaina Capac, montado en una nube, jubiloso de que, tras haber tenido la desdicha de ver desde ultratumba.

"correr las tres centurias
de maldición, de sangre y servidumbre"

esté ahora despuntando la hora feliz en que empieza
"la nueva edad al Inca prometida".

Entretanto, la situación de los indios no míticos, o muertos y enterrados desde antes del descubrimiento, sino vivos de carne y hueso, siguió donde quiera siendo igual o peor que antes de la ruptura can España. La administración colonial española estaba a cargo de peninsulares sin intereses privados en América, ni nexos de sangre o prolongada familiaridad con la oligarquía criolla. Para estos funcionarios, Virreyes, Intendentes o Capitanes Generales, las castas americanas eran un hecho político, a manejarse con el expediente de una prudente mediación entre unas y otras. Ademas, si bien no había en ese gobierno preocupación alguna de equidad social tal comoo hoy la entendemos, y es obvio que en el arbitraje entre las castas los criollos l1evaban de lejos la mejor parte, sí había alguna preocupación de justicia, y rastros de la controversia (vivida por la España cristiana del siglo XVI, sobre la humanidad y los derechos de los aborígenes de America) que habia dado lugar a la promulgación de las llamadas "Leyes de Indias" donde figuraban numerosas disposiciones destinadas a proteger a los indios.

En contraste, los gobiernos republicanos de Hispanoamérica van a ser todos representativos exclusivamente de implacables hacendados criollos o (en el caso de países removidos socialmente por la guerra) de aún más implacables hacendados pardos; oligarquias que no tendrán otra precupación ni otra meta que mantener intactas las estructuras sociales basadas en el latifundio y el peonaje. Los frecuentes cambios de gobierno, las llamadas "revoluciones latinoamericanas", no van a ser sino perturbaciones superficiales en un agua estancada.

Para colmo de injusticia, cuando hacia fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX las clases dirigentes latinoamericanas comiencen a formular explicaciones o excusas por el fracaso de sus sociedades en comparación con la sociedad norteamericana, es al indio, al negro y a la mezcla de razas a quienes van a culpar; y esa explicación va a preceder primero, y luego a coexistir durante tiempo con la que hoy está de moda y que atribuye exclusivamente al imperialismo norteamericano el atraso y la frustración de America Latina.
Comentario: Estas líneas parecen escritas por alguien muy radicalizado, pero fueron escritas por Carlos Rangel, más de una vez tildado de ser de derechas. Su punto de vista está en las antípodas del punto de vista dependentista, calificado como izquierdista, y representado por el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano con "Las venas abiertas de América Latina".

¿Cuánto de las actitudes que señala Rangel en estos párrafos persisten todavía en el país? Las élites que le echan la culpa del atraso latinoamericano a los esclavizados indios y negros (ver "Pueblo enfermo" del historiador y político boliviano Alcides Arguedas), pero a la vez se autoproclaman legítimas herederas de la gloria de las grandes civilizaciones prehispánicas (ver el imprescindible Incas sí, indios no: Apuntes para el estudio del nacionalismo criollo de la historiadora peruana Cecilia Méndez).

Y, desde luego, si el fracaso económico de América Latina no es cosa propia, explicada por la propia incompetencia de la América católica y sus ridículos tiranos, como lo pondría el cantautor brasileño Caetano Veloso, pues tiene que ser cosa de otros, del imperialismo, la versión izquierdista del arielismo de estirpe oligárquica.

No digamos aquí que el imperialismo no existe y que no hay intervención externa. En este blog he documentado diversos episodios de intervención americana en el Perú. Sin embargo, en estos mismos episodios queda muy clara la precariedad doméstica y la debilidad de las fuerzas internas de cambio social, que podría ser motivo de un post aparte.

Curiosamente, las élites de izquierdas comparten actitudes de rechazo y distancia hacia la ciudadanía en general. No llegan ni parece que les interese llegar, y hasta le temen, al pueblo peruano. Un tema de larga data por nuestras geografías...

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(1) Seguramente se refiere a la cuarta estrofa, cantada con la música de "Largo tiempo el peruano oprimido...":
Lima, cumple ese voto solemne,
y, severa, su enojo mostró,
al tirano impotente lanzando,
que intentaba alargar su opresión.
A su esfuerzo sellaron los grillos
y los surcos que en sí reparó,
le atizaron el odio y venganza
que heredara de su Inca y Señor.
Tomado de Wikipedia. Hay versiones del himno por José Santos Chocano y por Chabuca Granda, pero que no pegaron...




Túpac Amaru II y Toussaint L'Ouverture. La imagen de la América que no fue.

Sus revoluciones aterrorizaron a los criollos hispanoamericanos.

Con la metrópoli en crisis las élites criollas se quedan solas frente a una masa de indios y negros esclavizados, pero con potencial de rebelión. Su reacción es la extrema violencia y el aniquilamiento de la élite indígena que tenía un estatus aparte en la colonia. Ahora todos serían ciudadanos, sólo que, parafreaseando a George Orwell, algunos, los implacables hacendados, serían más ciudadanos que otros....

Imágenes tomadas de aquí y aquí

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4 nov. 2008

1995: El doble rasero de Mario Vargas Por Silvio Rendon

Mario Vargas Llosa ha sido muy enfático en afirmar a la literatura como una serie de mentiras que expresan realidades más sutiles y profundas que las discernibles a primera vista (ver La verdad de las mentiras).
¿Qué quiere decir que una novela siempre miente? No lo que creyeron los oficiales y cadetes del Colegio Militar Leoncio Prado, donde —en apariencia, al menos— sucede mi primera novela, La ciudad y los perros, que quemaron el libro acusándolo de calumnioso a la institución. Ni lo que pensó mi primera mujer al leer otra de mis novelas, La tía Julia y el escribidor, y que, sintiéndose inexactamente retratada en ella, ha publicado luego un libro que pretende restaurar la verdad alterada por la ficción.

Si la tía Julia se queja por la forma en que ella es representada en "La tía Julia y el escribidor", Mario Vargas Llosa la presenta como una desubicada que no entiende que se trata de una ficción; es literatura y por definición ésta tiene que ser ficticia. Si alguien critica la forma falsa en que se presenta algún hecho registrable en la obra vargasiana, resulta que esa persona no sabe de qué está hablando pues el escritor se toma licencias válidas para tergiversar la realidad a su antojo, como cuando un escultor juega con la arcilla.
La ficción es un sucedáneo transitorio de la vida. El regreso a la realidad es siempre un empobrecimiento brutal: la comprobación de que somos menos de lo que soñamos. Lo que quiere decir que, a la vez que aplacan transitoriamente la insatisfacción humana, las ficciones también la azuzan, espoleando los deseos y la imaginación.
Bueno fuera que el escritor aplicara este criterio coherentemente a otros escritores, en la misma forma en que se lo aplica a sí mismo. No es así, lamentablemente. En "La utopía arcaica" (FCE, 1996) encontramos:
La originalidad de Arguedas consistió en que, al tiempo que parecía describir la sierra peruana, realizaba una superchería audaz: inventaba una sierra propia.
(...)
Observada de cerca, la pintura de la injusticia en sus relatos no es precisamente realista. p. 87.
A continuación Vargas Llosa explica la biografía de Arguedas y los traumas de su niñez a manos de su madrastra y hermanastro y afirma que este último "se convirtió en el responsable de sus desgracias y, en cierta medida, de las ajenas". Especula Vargas Llosa:
Los rasgos demoniacos del misti de los cuentos de Arguedas deben menos, seguramente, a los modelos vivos de gamonales serranos que conoció en sus años serranos, que a ese 'demonio' de su niñez, a los sentimientos de amargura y rencor que le inspiraba quien le arrebató la inocencia, lo maltrató e hizo de él - hijo de misti - un pongo. p. 89.
Y a continuación señala que la crueldad gamonal, en particular sobre los niños y sobre los animales, sería una magnificación de Arguedas, quien habría creado una "realidad ficticia", en base a su propia frustración de la niñez.

Bueno, si alguien de autoridad similar a la del escritor y ex-candidato presidencial hubiera vertido conceptos similares sobre hechos frustrantes de la niñez de Mario Vargas Llosa como origen de su obra, ¿qué habría dicho Mario Vargas Llosa? Seguramente que se trata de un enfoque equivocado, ignorante de "la verdad de las mentiras" propia de la literatura. En este trabajo, dedicado completa y casi obsesivamente a José María Arguedas, Vargas Llosa no se luce por aplicar los conceptos que tan indulgentemente se aplica generalmente a sí mismo. Es un caso de doble rasero..

En este punto conviene recordar que la crueldad gamonal sí existió y no fue una invención o magnificación fruto de la "amargura y rencor" de Arguedas, por la niñez robada.

En posts como 1960s: El Perú feudal he recogido algunas evidencias que parece que se han ido olvidando, incluso por gente que vivió esa época y sí dijo algo para que cambie esa realidad feudal como el mismo Mario Vargas Llosa. Se trató de condiciones de vida terribles, donde mucha gente sufrió abusos en su niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez.

En este post el autor cuenta, por ejemplo:
Recuerdo a mi abuelo contando como después de la represión su tutor los llevo a ver los resultados: cadáveres de indios abaleados tirados en tierra, apilados para ser enterrados; caporales al servicio de la familia o tal vez la guardia civil habían respondido como sabían hacer, a balazo limpio y un puñado de indígenas muertos coronaban la jornada.

Pero las balas no eran el único método, un peón era un bien valioso para las haciendas, tanto o más que las vacas, así que se buscaban métodos menos destructivos para ponerlos en vereda. Por ejemplo mi abuelo contaba como se disciplinaba a los naturales: una argolla en el techo, las manos atadas y látigo con el infractor hasta que purgue su crimen, ¿cual era?, responder mal, no cumplir ordenes, perder un animal, lo que sea. Más que castigar un crimen el fin era atemorizar.
Arguedas es un caso particular entre mucha gente. Y al fin y al cabo el escritor andino no está tergiversando mucho las cosas, al menos no en señalar la crueldad gamonal, que en 1995, cuando Mario Vargas Llosa escribe "La utopía arcaica", puede parecer inverosímil. Pero hubo cosas así, que van quedando ocultas, negadas o endulzadas por discursos como el de Vargas Llosa. Rendón Willka fue expulsado de la escuela a latigazos en la cabeza, como cuando el gamonal Romainville en La Convención hizo demoler la escuela de los peones de su hacienda o la maestra contratada por los campesinos fue obligada a trabajar de cocinera en la casa-hacienda, para finalmente ser expulsada. Verlo en 1960s: las barreras a la acumulación de capital humano. Las esposas e hijas de los peones eran sistemáticamente violadas por el gamonal y sus hijos. Si Arguedas se quedó traumado por ser testigo de esas violaciones, pues en el Perú hubo muchos Arguedas, cuya experiencia no tiene por qué ser deslegitimada. Por el contrario, si algo hizo Arguedas es dar voz a esos sufrimientos silenciosos. Ejerció su libertad individual creando ficciones literarias, como también hizo Vargas Llosa. Cada uno soltó sus demonios a su manera. No es para que ahora uno le venga a lanzar la primera piedra al otro con un argumento así, el del rencor y amargura personal.

En fin, en ese libro Mario Vargas Llosa no le deja un hueso sano a José María Arguedas. Por ejemplo, resulta que Arguedas es un autor inseguro, porque por ahí escribió algo entre comillas, "ternura", con lo cual Arguedas subestima y restringe la libertad del lector. Es un comentario barato. Acaso Marco Aurelio Denegri tenga más sustancia en sus críticas al mal uso del lenguaje por el político-escritor. Pero claro, si Vargas Llosa le critica el estilo a Arguedas, ya era hora que se desmitifique a Arguedas; si Denegri hace lo mismo con Vargas Llosa, qué puntilloso, posiblemente, qué envidioso, qué mala leche.

Lo mismo ocurre con el diálogo de los ricos del Perú que se frotan las manos porque evitarán que el Perú se desarrolle, en "Todas las sangres". Efectivamente, se trata de un diálogo misio, desprolijo, estereotipado. Podríamos compararlo con el logrado diálogo entre Joaquín y su padre, de Jaime Bayly, mucho más realista, con conocimiento desde dentro de cómo son las clases altas en el Perú, cosa que Arguedas no tenía. Pero finalmente es un diálogo igualmente descarnado, despectivo, cínico, que tal vez en veinte años ya no parezca verosímil. Igual, Arguedas es el panfle y Bayly es el sutil...

Hubiera sido interesante y constructivo hacer una lectura más balanceada de Arguedas, aplicándole exactamente el mismo estándar que Vargas Llosa se aplica a sí mismo. Habríamos visto cómo la ficción arguediana enriquece nuestra existencia y la completa, y más literalmente en palabras de Vargas Llosa:
(...) sólo vivimos de a mentiras.
Es un derecho que debemos defender sin rubor. Porque jugar a las mentiras, como juegan el autor de una ficción y su lector, a las mentiras que ellos mismos fabrican bajo el imperio de sus demonios personales, es una manera de afirmar la soberanía individual y de defenderla cuando está amenazada; de preservar un espacio propio de libertad, una ciudadela fuera del control del poder y de las interferencias de los otros, en el interior de la cual somos de veras los soberanos de nuestro destino.
De esa libertad nacen las otras.
Una forma generosa de ver las cosas que se echa de menos en el análisis vargasiano de Arguedas...

PS. Y podríamos seguir con los dobles raseros. Si Bayly escribe sobre confidencias de quienes lo rodean, como en "No se lo digas a nadie", es un infidente; si Vargas Llosa escribe sobre confidencias de quienes lo rodean, como en "La tia Julia y el escribidor", qué buena ficción que se puso. Sin embargo, posiblemente, el mismo Vargas Llosa haya dado el ejemplo y sentado el precedente para lo que después hizo Bayly (1)....

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(1) La versión original de "No se lo digas a nadie" habría incluído una escena comprometedora entre el protagonista, Joaquín, y el hijo de un prominente escritor que también fue candidato a la presidencia. Este último aludido, a pesar de que se trataba de una ficción, habría hecho valer su influencia en la editorial donde iba a salir la obra del escritor y periodista televisivo para conminar a éste a retirar esa escena, o el libro no salía publicado. Al escritor y periodista no le quedó otra que acceder a la mutilación de su obra. Así es como funcionaría en la práctica la libertad del escritor y "la verdad de las mentiras".... (Es un dato al cual habría que tenerle "convicción relativa"....aunque tirando a absoluta.)

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3 oct. 2008

1960s: El Perú feudal Por Silvio Rendon

[Este post es parte de la serie de entregas sobre el Perú prevelasquista, que continuará después de hoy, 3 de octubre, a veinte años del golpe. Vienen posts sobre las protestas por la visita de Richard Nixon al Perú, el movimiento trotskista, la insurgencia pro-castrista de 1965, y varios otros. Los posts no han salido a propósito en orden cronológico, sino en concordancia con los acontecimientos presentes, como el presente que obviamente viene a pelo con la fecha y con la reciente detención de Hugo Blanco.]

El Perú iba entrar a la séptima década del siglo pasado con la coexistencia de la modernidad de los aviones supersónicos con el atraso feudal en el campo:
Un día se produjo un amago de incendio cerca de un depósito de hojas de coca en una hacienda de Alfredo Romainville. Éste culpó al colono Melquiades Bocángel de ser el responsable del amago y, haciendo justicia con sus propias manos, hizo desnudar al inculpado, lo colgó de un árbol de mango y procedió a flagelarlo en presencia de toda la gente de la hacienda "como ejemplo y advertencia". El cruel castigo hubiera continuado si los propios hijos de Romainville no se arrodillan y llorando piden el perdón del presunto culpable.

El colono Cirilo Guzmán fue comisionado para conseguir un caballo y cargar un saco de café de 6 arrobas. Como Guzmán no consiguiera el caballo, Romainville le hizo colocar el aparejo de animal como si fuera bestia de carga, le puso encima el saco de café, luego, haciéndolo caminar en cuatro pies, lo obligó a dar vueltas alrededor del matucancha, que es el patio para secar a los productos. Para que caminara más de prisa lo azotaba fieramente sobre espalda y piernas.

Hernando Villena quedó inválido por los maltratos inferidos por Romainville. Este personaje, apodado el "Monstruo de la Convención", unía a su crueldad el sadismo y la sevicia. Un día, acompañado de su hermano y Esteban Góngora, fue a la casa de la tia de éste, ordenó a su hermano que la violara y luego, revólver en mano, obligó a Góngora que violase a su tia.

Por haber organizado el Sindicato de Campesinos de Santa Rosa y Chaupimayo., Romainville hizo detener al Secretario General Andrés Gonzales, al Secretario de Defensa Oscar Quiñónez y al Secretario de Asuntos Sociales Constantino Gordillo. Por este "delito" esuvieron presos dos años.

En Cochabamba una mujercita dijo al diario "Expreso" que la castigaron de tal forma con agua hirviendo y palmetazos en ambas manos que los médicos de Quillabamba no tuvieron más remedio que amputárselas (Diario Expreso- Lima, 22 de mayo de 1962).

El corresponsal del mismo diario vio cuando llegaba un campesino con su mujer, ambos ensangrentados. Los gamonales Abraham y Anselmo Márquez los habían atacado, golpeado y violado a la mujer.

(...)
Los archivos del Ministerio de Trabajo están llenos de esta clase de denuncias, los tribunales de justicia están igualmente atestados de juicios de la misma laya, mas, como ya lo dijo el doctor Garmendia, en una Memoria como Presidente de la Corte Suprema, nunca se ha visto que un indígena haya ganado un juicio a un hacendado en ningún tribunal del Perú.
[1, p. 29-30. Del proceso a Hugo Blanco].
Esto era lo que ocurría en el valle de la Convención en el Departamento del Cusco, pero situaciones similares ocurrían en casi todo el campo peruano. El poder judicial peruano no daba ninguna esperanza a quienes padecían estas realidades. En Cusco, Puno, Apurimac, Huancavelica y Huánuco sólo votaba el 5% de la población [2, p. 49]. Robert F. Kennedy la vio, aquí: no pueden votar porque son analfabetos, y siguen analfabetos porque no tienen escuelas (1). La gente vivía aplastada por el sistema económico, político y judicial (2).
Cuando los españoles llegaron, se adueñaron de las mejores tierras y persiguieron a nuestros antepasados, los indios, esclavizándolos en las minas y en la servidumbre. Las masas autóctonas tenían que ir dejando las tierras de los valles para trasladarse a zonas más altas, cerca a las punas. Con grandes esfuerzos lograron sobrevivir. Hicieron producir tierras sobre los 3,500 metros de altitud. Pero como aumentaron los candidatos a gamonales, y como los terratetientes insistían en extender sus dominios, cada vez más desplazaban y usurpaban las tierras ganadas a las punas. No les quedó otra alternativa a los nativos: o se quedaban de peones o subían a zonas aún más elevadas. La mayor parte siguió subiendo; prefería enfrentar los desconocidos sacrificios que les costaría hacer producir las propias nieves, sacar fruto de las propias piedras y de los pajonales, antes que sentir ellos y sus hijos el látigo de los gamonales, curas y caciques.
[2, p. 50]
Hoy en día se habla del "derecho de propiedad" como si éste sólo fuera para los más poderosos. Se dice incluso que los campesinos trabajan "tierras que no son suyas" aquí. En realidad, los campesinos fueron despojados de su propiedad. Se les expropió, confiscó, robó. La defensa del "derecho de propiedad" era siempre para otros. Se les usurpaba la tierra, las comunidades iniciaban el juicio, el poder judicial demoraba el proceso, y el derecho de propiedad de la comunidad prescribía:
"-Generalmente las comunidades, antes de pasar a las situaciones de facto, de hecho violentas, procedieron "dentro de la Ley" siguiendo juicios interminables (se conocen algunos que se prolongaron por más de 70 años sin concederse sentencia). Es que en el Perú los actos ilegales de "perfeccionaron" con el correr de los años a base de figuras jurídicas tales como la "prescripción", mediante la cual la posesión ininterrumpida de un bien por una tiempo determinado (30 años para el caso peruano) otorga derecho de propiedad ..."

- "Se habla así de dicotomía legal: el indígena en posesión de los viejos pergaminos entregados durante la Colonia, y el gamonal o el latifundista en posesión de títulos entregados por la República. Ante los tribunales ambas titulaciones son válidas. Pero antes una igualdad de derechos, el más fuerte, el que conoce de arcucias, el que sabe del valor "adquisitivo" de dinero, el emparentado al Gobierno "todopoderoso" será el triunfador, el que gane, pero no por mucho tiempo..."

- "Se inicieron los actos de recuperación de tierras, se invocó el código, el inciso, el artículo, el sagrado derecho de propiedad, el respeto al imperio de la ley, y fueron muchos los comuneros que pagaron con su vida el intento de recuperar lo propio. Allí estaba la fuerza pública para restablecer el "orden", para mantener "las instituciones democráticas", las "instituciones tutelares" de la patria..."
[2, p. 26]
El sistema era para los poderosos...

En el Cusco había dos tipos de trabajadores: arrendires y peones. A los primeros los hacendados les daban un pedazo de tierra a cambio de trabajar las tierras de la hacienda en "faenas". Era lo más parecido al siervo de la gleba europeo. A los segundos se les pagaba un salario. Además había los pongos. El pongaje eran los servicios domésticos que debían prestar por turnos los colonos, designados por el patrón, tanto en la casa-hacienda como en las oficinas administrativas. Este sistema de servidumbre era tan extendido que trascendía a la hacienda. "Emplean pongos los alcaldes, los maestros de escuela, jueces y otros funcionarios públicos, así como los puestos de la Guardia Civil" [1, p. 40].
La mitani significa el mismo servicio que el del pongo, pero para la mujer. El patrón las escoje entre las más jóvenes para que se ocupen de la cocina, lavado y , con mucha frecuencia, para el refocilamiento del mismo gamonal o sus hijos.

El caso del Niño Abelito que figura en el expediente de Hugo Blanco es típico. El hacendado Menacho ordenaba que le llevarn a su casa en el Cuzco, a una mitani para el servicio de su hijo- el "niño Abelito" -, la que era devuelta cuando quedaba embarazada, para ser reemplazada por otra.
[1, p. 40]
Definitivamente, esta realidad feudal era insostenible y acabó por crear una situación explosiva en el campo peruano, como lo veremos en posts venideros (3). Era necesaria una reforma agraria. Todos los partidos políticos la planteaban. Se la prometieron a los electores en 1962. Solo que no cumplieron. ¿Qué pasa cuando las promesas electorales quedan incumplidas?

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(1) Uno de los abusos muy recurrentes de parte de los hacendados era destruir las escuelas construídas por los campesinos.

(2) Se trataba de un mundo en que cada terrateniente se inventaba y ejercía su propia legalidad:
El gamonal Márquez arrasó con su enorme tractor una escuelita recién inaugurada. En Aranjuez, el dueño de las tierras echó al río a Danilo Casafranco, que era el secretario general del sindicato recién formado. En otra hacienda se cobraba derechos de aduana: 0.20 centavos por cada chancho y un sol por cada vaca o caballo que cruzaba las áreas cultivadas. El terrateniente Pancorvo exigía personalmente el saludo en la misma tranca de su propiedad. Una vez abofeteó a un policía que pasó en su delante sin hacerle la genuflexión tradicional. Pancorvo era el Senador que defendió con tanto ardor la llamada Ley Vial. Al promulgarse dicha ley, hizo trabajar en sus cañaverales de Paltaybamba a los hombres pagados por el Estado para la construcción de carreteras proyectadas. Otro acaudalado cuzqueño tenía su moneda propia, en la que acuñó su nombre y su rostro; con esa moneda pagaba los jornales. De este modo lograba que los peones hicieran forzosamente sus compras en la tienda de su fundo. Naturalmente que esa moneda carecía de valor fuera de sus dominios. Romainville compraba cinco quintales de café con un quintal de azúcar. este trueque era obligatorio para los hombres que cultivaban sus tierras. En otra época hizo que el Estado le construyera una carretera particular (en forma gratuita). No aceptaba que las campesinas usaran zapatos.
[2, p. 158].


(3) Para profundizar en el tema ver la producción cientifico social de esos años. Los trabajos de Hugo Neira, Hugo Blanco, Julio Cotler, José Matos Mar, Víctor Villanueva, y tantos otros serían algunas de las fuentes a consultar.


Bibliografía
[1] Villanueva, Víctor. 1967. "Hugo Blanco y la rebelión campesina". Editorial Juan Mejía Baca. Lima, Perú. [¿Uno de los libros que tal vez fue quemado en 1967?]

[2] Añi Castillo, Gonzalo. 1967. "Historia secreta de las guerrillas". Ediciones Más Allá, Lima, Perú.




La fuerza modernizadora de los/as campesinos/as peruanos/as.

Impulsaron el capitalismo contra la feudalidad.

Tierra y Muerte de Hugo Neira.

Video visto antes aquí

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17 jul. 2008

Video-debate sobre Yanacocha Por Silvio Rendon

En el país se vive una gran controversia sobre la contaminación del agua por la minería a cielo abierto. Las empresas mineras aseguran mediante una campaña mediática que no contaminan; los ciudadanos que viven en zonas vecinas a las minas y diversas organizaciones no gubernamentales aseguran lo contrario. Veamos algunos videos sobre Yanacocha.

Yanacocha 1
Hay agua, la minería es limpia


Yanacocha 2 aquí


Contra Yanacocha


Contaminación de la mina
Derrame de Choropampa 1


Derrame de Choropampa 2
y
Derrame de Choropampa 3


Hay propaganda de Yanacocha:


Y contrapropaganda:



El presidente García no es neutral en este debate; por el contrario, participa abiertamente en un spot de la minera Yanacocha:



Este "yanaspot" no ha causado tanta controversia como el "vladispot", pero es tan o más grave. No se condice con la imagen equitativa que debe guardar un presidente. Contrasta con las épocas de campaña electoral cuando Alan García sí estaba con los ciudadanos contra la contaminación minera, y específicamente contra Yanacocha (ver aquí).

El conflicto entre la empresa minera y los ciudadanos es muy fuerte: aquí se ve cómo los ciudadanos de Totoracocha detenidos por la policía son escoltados por funcionarios de FORZA, empresa de seguridad de la empresa minera. Aquí una explicación sobre lo que pasó en esa ocasión. (La empresa FORZA adquirió notoriedad por su participación en operativos de vigilancia al padre Arana entre otras personas (aquí y aquí, La República, y este rebote en el blog de Marco Sifuentes) y por el artículo escrito por Roque Gonzáles, hasta ahora detenido acusado de terrorista, titulado "Por la razón o por la Forza o los inicios del paramilitarismo en el Perú" - ver aquí).

Los problemas de la contaminación de la mina no sólo ocurren en el Perú, sino en muchos otros países donde hay este tipo de minería.

La minería de oro 1
Cómo funciona una mina


La minería de oro 2
Consecuencias de la minería


La minería no parece aliviar la pobreza de quienes moran cerca de las minas. La externalidad es tan grande que si se tomaran en cuenta todos los costos de la actividad, probablemente resulte que la minería no es rentable (ver ¿Es rentable la minería?). Pero claro, cuando se perjudica a ciudadanos marginalizados, sin congresistas, representantes políticos, prensa, jueces, y que hasta su propio presidente les da la espalda, todos esos costos se reducen a cero y pueden ser fácilmente ignorados. No los paga la empresa minera. Lo que debería ser costo es ganancia. Es decir, costo para los ciudadanos, ganancia para la empresa minera. La debilidad democrática permite que este esquema continúe.

Los ciudadanos necesitan una Erin Brockovich o un Jan Schlichtmann (ver las películas interpretadas respectivamente por Julia Roberts y John Travolta). Buenos abogados que le saquen una buena compensación a las mineras y que ésta vaya a los perjudicados. No multas que van al estado y no llegan a los ciudadanos.

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Combitos Por Silvio Rendon

- Barómetro Social. Universidad de Lima, junio 2008.
En el sector A de Lima Callao 89% es usuario de internet; en el sector E 89% es no usuario de internet. (No hay enlace, recibido por email).

- Economía peruana sexy
En Caretas.

- Más renuncias en MEF
Aquí, Perú 21. Cambio en el equipo...

- Achkaña kaniku
Publicidad de una empresa de telecomunicaciones en la lengua general destas tierras, aquí, vía Peruanista.

- La desigualdad en debate
¿Se puede reducir la desigualdad? Algunas reflexiones a partir del evento del IEP (I)

- Maltrato de Ripley
Ripley Perú es acusado de maltratar trabajadores.

- Soldados americanos en Huanta.
Aquí, La Primera.

- Más sobre Yanacocha
LA MINERA YANACOCHA Y EL ALTO PRECIO DEL ORO EN EL PERÚ (3)
....Contaminación por el cianuro.
....En los noventas como mil familias vendieron sus tierras a Yanacocha a precios irrisorios so amenaza de expropiación, por 25 dólares por hectárea.
....La ONG Grufides del padre Marco Arana que trabaja con los campesinos de la zona, la única ONG que se quedó, recibió amenazas y estuvo sujeta a reglajes por al menos 15 personas.
....Los trabajadores de la mina trabajan 12 horas a más de 4mil metros de altura, el 80% está subcontratado, sin derechos básicos. Hace cuatro años han constituído un sindicato que pide mayores salarios, tiempos de trabajos moderados y contratos de trabajo mayores de tres meses. No es mucho pedir. ¿O sí?

- Actores y actrices argentinos contra la minería química contaminante


Problemas similares a los que se viven en el Perú...
¿Harían nuestros artistas algo así por los campesinos cajamarquinos?
Seguro que sí.
Video tomado de aquí.

- ¿Quién lo dijo?
"La libertad es siempre la libertad de quienes piensan diferente".

a. Adam Smith, filósofo y economista liberal escocés.
b. Winston Churchill, político conservador inglés.
c. Milton Friedman, economista liberal americano.
d. Rosa Luxemburg, política y pensadora comunista polaco-alemana.
e. Mahatma Gandhi, político y jurista pacifista indio.

Respuestas en comentarios

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21 jun. 2008

Sobre haciendas y reforma agraria Por Miguel Tejada

En un post de Silvio se discute sobre el impacto de la reforma agraria en el país. Hasta donde tengo entendido, en muchas zonas del ande los gamonales desde los años 30 empiezan un proceso de desinversión en el campo y de transferencia de sus activos hacia las ciudades.

La hipótesis sería la siguiente: frente a los ingresos que la inversión en las haciendas aportarían a un gamonal, era preferible transferir sus ganancias hacia negocios en las ciudades en incipiente urbanización. Ello poque las perspectivas de crecimiento ahí eran mucho mayores que en campos con deficiente infraestructura (recordemos al respecto que recién en los 1960s llegan las carreteras a muchas capitales de provincia de la sierra). Es el capital de los gamonales serranos el que se habría invertido en los comercios de las capitales departamentales y provinciales. Además, parte de dicho capital se gastó en lo que podríamos llamar consumo no productivo: la compra de casas y propiedades en la ciudad capital.

La evidencia que poseo de esta hipótesis es indiciaria: muchos de los vecinos antiguos de mi barrio, Magdalena, eran gamonales andinos que compraron sus casas en el barrio entre los 1940s y los 1960s, y crearon muchas de las tiendas antiguas del distrito (librerías, joyerías, bazares, boticas, pasamanerías), con las ganancias que habían obtenido en sus chacras serranas.

Por otro lado, en varios de los pueblos de la sierra (por ejemplo en San Martín del distrito de Huarmaca, provincia de Huancabamba, región Piura) he escuchado historias de cómo en los 1950s y 1960s los propios campesinos compraban las haciendas a los gamonales, mucho antes de la reforma agraria. Lo cual es indicio que para los gamonales tenía más sentido monetizar la propiedad agraria e invertir dicho dinero en actividades comerciales o inversiones inmobiliarias, en Lima o en capitales departamentales, que reinvertir en haciendas serranas.

Como indico, estos son datos indiciarios, pero sobre la realidad de la inversión o desinversión en las haciendas serranas y costeñas, en los años previos a la reforma agraria de Velasco, hay un mundo por investigar.

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