La empresa capitalista asesorando a los sindicatos Por Silvio Rendon
Leo este artículo (pase de taquito de NQ):
Huelga de los trabajadores de La Escondida en Chile.
Para mejorar su condiciones de negociación el sindicato contrató a una empresa consultora internacional. Medida inusitada en el país vecino.
¿Podría ocurrir algo parecido en el Perú? Ta verde...
Negociación Colectiva en ChileComentario: Veamos:
Por Paul Harris
Una reciente huelga en la mina de cobre Escondida puso las leyes laborales chilenas en el centro de atención, pero más allá de la huelga en particular, ¿cuán eficiente es la legislación de Chile en cuanto al equilibrio de las necesidades y demandas de empleadores y trabajadores?
La huelga de agosto en la mina Escondida, en el norte de Chile, atrajo la atención internacional, principalmente debido a que la empresa produce cerca del 8% del cobre mundial, un bien básico cuya oferta actualmente es escasa. Pero, a nivel local, hubo otro motivo de interés: en Chile las huelgas son sucesos poco frecuentes.
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Una de las razones por las que las huelgas son poco frecuentes en Chile es que sólo alrededor de un 10% de la fuerza laboral está asociada a un sindicato, destaca Fernando Hurtado, socio del estudio de abogados Urenda, Rencoret, Orrego y Dörr en Santiago. Y muchos de los sindicatos que existen son organizaciones bastante débiles, añade.
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Tras la abolición en 1990 de un límite de 60 días, una huelga puede durar indefinidamente, pero transcurridos 15 días de ésta, una empresa está autorizada por ley a contratar empleados de reemplazo y puede negociar individualmente con los empleados en un intento por persuadirlos para deponer la huelga.
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En virtud de la legislación chilena, la empresa está obligada a presentar su información financiera a los trabajadores durante el proceso de negociación colectiva. “Es bueno para un sindicato analizar la posición de la empresa, ya que esto implica que su posición para negociar está menos afectada por presiones internas”, destaca Hurtado.
Sin embargo, el acceso a la información es una cosa; usarlo de la mejor forma posible es otra. Y ésa es un área en la que la huelga en la mina Escondida habría marcado una nueva tendencia en las negociaciones salariales en Chile.
El sindicato de la mina contrató a Law Investment Commerce Consult (LICC), firma de consultores financieros y legales formada específicamente para asesorarlo. Ésta fue la primera vez que un sindicato chileno contrató asesoría profesional independiente de este tipo.
Al elaborar una estrategia para el sindicato, LICC trató de volver a su favor los estrictos plazos de negociación establecidos por la ley chilena, al emplearlos como puntos de presión sobre la empresa, dice su gerente general, César Mendoza. “Todo lo que hicimos fue reducir la brecha de poder entre el sindicato y la empresa”, explica.
- La negociación colectiva es el proceso por el cual los trabajadores organizados en un sindicato acuerdan las condiciones de trabajo con la administración de una empresa. Se trata de dos grupos con poder que tienen que llegar a un acuerdo. Trasciende la mera contratación individual de trabajadores por parte de la empresa. Es un proceso de emparejamiento entre oferta y demanda, pero cuando los dos agentes tienen un poder de mercado: los trabajadores sindicalizados y la empresa que los contrata. Las reglas consisten en que los trabajadores no están en plan de irse inmediatamente a otra empresa ni los empleadores en plan de contratar inmediatamente a otros trabajadores y negociar individualmente las condiciones de trabajo. Hay un periodo de negociación donde hay un monopolio (el sindicato) en tratativas con un monopsonio (la empresa).
- Alrededor de esta situación estratégica hay diversos elementos que dan contexto a la negociación. En el caso de La Escondida se trata de una empresa con una importante cuota de mercado mundial, lo cual da poder a los trabajadores. Claro, en Chile las huelgas pueden ser sucesos poco frecuentes, los trabajadores pueden tener bajas tasas de sindicalización y todo, pero resulta que en este caso sí hay organización sindical fuerte, en un sector clave y con capacidad de negociar colectivamente sus demandas. Son dos agentes relativamente poderosos. No hay una desproporción de fuerzas como podría darse en otros sectores. Esta negociación es perfectamente legítima y usual entre dos agentes económicos. No hay ningún misterio ni hay nada negativo en el asunto. Cada uno defiende su propio interés de la mejor manera posible
- Pues en este sector clave los trabajadores dan un paso más. No sólo negocian colectivamente sus demandas, sino que contratan a una empresa privada para que los asesore. Efectivamente, la empresa minera puede soltar una información que es usualmente considerada como privada, pero otro tema es saber usarla y complementarla con información que "todo el mundo conoce", pero que una persona ocupada en el trabajo minero simplemente no maneja. Que un agente económico refuerce su negociación mediante la contratación de un agente especializado no es cosa del otro mundo. Es perfectamente normal en un mercado que funciona.
- Claro, el único tema es que esta no ha sido una práctica frecuente de parte de los sindicatos, comenzando por los más poderosos, en el mundo, y en particular en el Perú. Conducidos por dirigencias politizadas en la idea de un cambio de sistema, los sindicatos han desperdiciado oportunidades de mejorar las condiciones de vida de sus afiliados. En muchos casos lo que ha campeado ha sido simplemente la corrupción de ls dirigencias sindicales (Se cuenta del caso de un político de izquierdas, aliado de Fujimori en sus primeros años, que premió a un subordinado suyo con un terno de alpaca por evitar una huelga en el sector minero a base de sobornos a la dirigencia sindical...). En otros, ha predominado la intransigencia recíproca "no-te-doy-nada-tómalo-o-déjalo" por un lado, y "no-me-das-entonces-te-hago-huelga" por el otro. Y también, como la agenda es política, la acción sindical queda subordinada a la conquista del poder de parte de un grupo político, dentro de lo cual pues no queda bien llegar a acuerdo alguno. Dentro de la lógica anti-sistema es mejor dar una imagen de conflictividad, con su huelguita más.
- Pues todo eso queda atrás en el caso de La Escondida. De lo que se trata es de mejorar las condiciones de vida de los afiliados al sindicato. Se trata de conseguir algo real, concreto que dé más bienestar a gente real, que son agentes racionales. Lograr ese objetivo pasa por tener una asesoria tecnificada y una empresa capitalista puede proveer ese servicio a cualquier cliente, incluyendo a un sindicato. Los sindicalistas pueden creer en lo que quieran, no tienen por qué "creer" en la empresa capitalista (como si fuera un tema de creer). Contratan a la consultora porque los servicios de ésta los ayuda en la negociación. La consultora no tiene por qué "creer" en los sindicatos y sus agendas. No es como el abogado laboralista de las novelas de Manuel Scorza que asesora a los campesinos en conflicto con una empresa minera. Este abogado, politizado él, sí que tiene una opción preferencial por sus defendidos. No. La empresa consultora presta el servicio a quien se lo paga. El abogado de la novela (que fue un personaje real, como muchos) lo hace por su ideología; la empresa consultora lo hace por afán de lucro. Se aplica lo de Adam Smith: quien te presta un servicio por afán de lucro lo hace mejor que quien lo hace por quererte ayudar. Es una de las grandes conclusiones del siglo XX que todavía no se acaba de asimilar.
- En conclusión, se da la situación que el afán de lucro podría mejorar las condiciones de vida de las clases trabajadoras, de la misma forma en que el afán de lucro lleva a investigar y producir los aparatos que escanean textos y los transforman en sonidos, usados por los ciegos (ejemplo dado por Xavier Sala i Martín). No es la solidaridad con la clase trabajadora ni con los discapacitados la que dará su capacidad técnica para mejora la vida de nadie. La solidaridad tiene su lugar, pero una acción informada, tecnificada, requiere de todo un trabajo que sólo se da cuando éste es adecuadamente retribuído. Lamentablemente, hay la idea que este trabajo no debe ser retribuído. Sería inmoral retribuirlo. El abogado que te asesora lo tiene que hacer gratis, cual apostol que no tendría necesidades básicas. O el servicio de asesoría te lo tiene que hacer una ONG que recibe financiamiento externo No lo pagas tú. O tiene que ser el estado que financie la investigación en aparatos para discapacitados. No es buena la psicología que se desarrolla a partir de estos servicios gratuitos, que no pueden ser demasiado tecnificados. En el caso de un sindicato que produce el 8% del cobre mundial sí que se puede remunerar el servicio de asesoría. Hay mucho que ganar de una buena negocación. Ademas, por último pero no en último lugar, un grupo humano que paga por sus propios servicios no está sujeto a las agendas políticas externas, de grupos politizados o de donantes extranjeros, y conserva su autonomía en todo sentido.
Huelga de los trabajadores de La Escondida en Chile.
Para mejorar su condiciones de negociación el sindicato contrató a una empresa consultora internacional. Medida inusitada en el país vecino.
¿Podría ocurrir algo parecido en el Perú? Ta verde...
Etiquetas: capitalismo, ciencia, Economía, Sindicatos
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