División de las aguas Por Silvio Rendon

Moisés partiendo el Mar Rojo.
La semana pasada se conmemoró este hecho (Peisaj)

En el país las aguas políticas se vienen partiendo en dos. Por un lado el apristas, pepecistas y fujimoristas; de otro lado, humalistas, toledistas, belaundistas. El primer pulseo se da a partir de que la oposición logra unirse para una interpelación al primer ministro. El primer bando, el oficialista, ya estaba constituído desde hace algunos meses en abierta alianza, cogobierno ministerial y coordinación parlamentaria. Ya la cosa es abierta.

Lo nuevo aquí es la alianza de la oposición, la coordinación entre humalistas, toledistas y belaundistas. Aquí no hay una sino muchas alianzas. Y esta segunda es tan espurea como la primera: derechas e izquierdas juntas. (Aunque según los apristas, los izquierdistas siempre han apoyado a los belaundistas, particularmente en los sesentas y en las elecciones de 1980). Después de una década de arrejuntamientos políticos, alguna resaca queda, pero tal vez haya algo más. El APRA del joven García (como la del joven Haya) fue muy radical; el APRA del viejo García (como la del viejo Haya) encuentra conveniente una alianza con las fuerzas conservadoras que lo persiguieron. Es el APRA de la convivencia. Por su parte, Belaúnde siempre supo que había un espacio para él y que las izquierdas siempre lo apoyarían: "el voto que no se pierde" fue su eslogan de campaña en 1980 y sí, capitalizó el voto izquierdista antiaprista y anti-derecha tradicional (Bedoya). García el 2006 lo hizo al revés: capitalizó el voto belaundista antiizquierdista y anti-derecha tradicional (Flores). Bueno, eso ya se acabó. Algunos derechistas, pues dentro del belaundismo hay derechismo, se van con Humala. Van venciendo sus resquemores y la Realpolitik va jugando su papel. Hablando se entiende la gente.

Es normal que la alianza oficialista se haya formado más rápidamente. Las responsabilidades de gobierno son urgentes y el poder inmediato derrite más rápido los remilgos de muchos. Sin embargo, era cuestión de tiempo que la oposición se pusiera las pilas. Así están las cosas. Como diría Rubén Blades: salgan y hagan sus apuestas, ciudadanía....