Salida de Carranza: ¿punto de viraje en el manejo económico? Por Silvio Rendon
Una vez más, Carranza está a punto de salir del gabinete ministerial. El año pasado casi sale, en medio de unos "decretos de urgencia" emitidos a sus espaldas por García. Claro, quienes sólo ven en los útimos ministros de economía meros "neoliberales", les dará lo mismo la salida de Carranza y su reemplazo por otro "economista del Fondo Monetario Internacional". Es lo que le dice Mario Huamán de la CGTP a César Hildebrandt (ver aquí). Sin embargo, con esto se pierde mucho en el análisis de la coyuntura político-económica.
Hoy el discurso oficioso gubernamental parece ir por dos lados:
Hay buenas coyunturas en la región, pero hay quienes saben aprovecharlas y hay quienes las desaprovechan. Si Carranza está ahí es porque le da credibilidad a García y si le da credibilidad es porque no es un expansionista fiscal. No se puede tener una cosa sin la otra.
Los conflictos dentro del gabinete van por la presión por gastar: Hernán Garrido Lecca (con quien Luis Carranza ya tuvo diversos encontronazos, notablemente el año pasado - ver posts citados abajo), Verónica Zavala y otros ministros, al parecer, efectivamente han estado requiriendo contar con más recursos para atender sus respectivas carteras. (Notemos, sin embargo, que con los recursos existentes y la intervención del presidente y varios ministros no pudieron recostruir sustantivamente Pisco, mientras Chávez construyó en el mismo tiempo 100 casas en Chincha. Si se es ineficiente, más recursos aumentan el nivel de ineficiencia, y de corrupción, que ya se ha visto en este gobierno).
Obviamente, una salida de Carranza en estas circunstancias podría ser vista como el comienzo de una "farra fiscal". El incluir a bordo a un colega economista que ha trabajado mucho tiempo en el Fondo Monetario Internacional da credibilidad, pero recordemos que tener a Fernando Zavala, muy cercano a PPK, no evitó que a Toledo lo acusen de farra fiscal. Finalmente, las señales trascienden. Si los ministros logran una expansión fiscal a partir de este cambio de ministro de economía, los agentes económicos se enterarán tarde o temprano y no importarán mucho los pergaminos fondomonetaristas del nuevo ministro.
Hay una gran presión por gastar, más que el año pasado: los empleados públicos civiles, los militares, los sindicatos, las regiones, etc. (Federico Salazar menciona algunos detalles sobre la expansión del gasto actual.). Pero también las presiones vienen del propio gobierno y sus asesores, preocupados por la baja popularidad actual de Alan García y las perspectivas de un aumento de la intención de voto "antisistema".
La contradicción entre crecimiento y estancamiento en el país se sublima en una contradicción entre gastar y no gastar. Desde hace rato esa contradicción ha llegado a la política. El estancamiento de varios sectores del país crea presiones para su atención mediante el gasto público, que haría lo que no hace el imperfecto mercado. Sin embargo, el gran problema es que la atención de los sectores estancados no sería por las mejores razones y por lo tanto no se haría de forma eficiente. Una cosa es la inversión pública destinada a compensar la desigualdad económica y otra cosa es el gasto público destinado a que el presidente recupere popularidad, y quite piso a candidatos/as "antisistema". Son objetivos diferentes que llevan a resultados diferentes.
Hasta ahí. Tocará estar alerta a las señales que se vienen dando.
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Actualización: Antes La República y luego Caretas.
El tema del manejo económico en el Perú, y en particular el desempeño de Luis Carranza fue motivo de diversos posts en el GCC. Aquí algunos:
Hoy el discurso oficioso gubernamental parece ir por dos lados:
- Carranza deja buenas cifras macroeconómicas, bien, pero en buena cuenta éstas se deben a la buena coyuntura económica internacional (Aldo Mariátegui aquí).
- Carranza fue el principal impedimento para que no haya una mayor inversión pública (Carlos Adrianzén, aquí).
Hay buenas coyunturas en la región, pero hay quienes saben aprovecharlas y hay quienes las desaprovechan. Si Carranza está ahí es porque le da credibilidad a García y si le da credibilidad es porque no es un expansionista fiscal. No se puede tener una cosa sin la otra.
Los conflictos dentro del gabinete van por la presión por gastar: Hernán Garrido Lecca (con quien Luis Carranza ya tuvo diversos encontronazos, notablemente el año pasado - ver posts citados abajo), Verónica Zavala y otros ministros, al parecer, efectivamente han estado requiriendo contar con más recursos para atender sus respectivas carteras. (Notemos, sin embargo, que con los recursos existentes y la intervención del presidente y varios ministros no pudieron recostruir sustantivamente Pisco, mientras Chávez construyó en el mismo tiempo 100 casas en Chincha. Si se es ineficiente, más recursos aumentan el nivel de ineficiencia, y de corrupción, que ya se ha visto en este gobierno).
Obviamente, una salida de Carranza en estas circunstancias podría ser vista como el comienzo de una "farra fiscal". El incluir a bordo a un colega economista que ha trabajado mucho tiempo en el Fondo Monetario Internacional da credibilidad, pero recordemos que tener a Fernando Zavala, muy cercano a PPK, no evitó que a Toledo lo acusen de farra fiscal. Finalmente, las señales trascienden. Si los ministros logran una expansión fiscal a partir de este cambio de ministro de economía, los agentes económicos se enterarán tarde o temprano y no importarán mucho los pergaminos fondomonetaristas del nuevo ministro.
Hay una gran presión por gastar, más que el año pasado: los empleados públicos civiles, los militares, los sindicatos, las regiones, etc. (Federico Salazar menciona algunos detalles sobre la expansión del gasto actual.). Pero también las presiones vienen del propio gobierno y sus asesores, preocupados por la baja popularidad actual de Alan García y las perspectivas de un aumento de la intención de voto "antisistema".
La contradicción entre crecimiento y estancamiento en el país se sublima en una contradicción entre gastar y no gastar. Desde hace rato esa contradicción ha llegado a la política. El estancamiento de varios sectores del país crea presiones para su atención mediante el gasto público, que haría lo que no hace el imperfecto mercado. Sin embargo, el gran problema es que la atención de los sectores estancados no sería por las mejores razones y por lo tanto no se haría de forma eficiente. Una cosa es la inversión pública destinada a compensar la desigualdad económica y otra cosa es el gasto público destinado a que el presidente recupere popularidad, y quite piso a candidatos/as "antisistema". Son objetivos diferentes que llevan a resultados diferentes.
Hasta ahí. Tocará estar alerta a las señales que se vienen dando.
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Actualización: Antes La República y luego Caretas.
El tema del manejo económico en el Perú, y en particular el desempeño de Luis Carranza fue motivo de diversos posts en el GCC. Aquí algunos:
- Economía y política: se busca oposición
- Economía sin restricciones políticas
- ¿"Shock" laboral?
- Kirchnerismo económico en el Perú
- ¿A quién se dirige García?
- Los espejismos de la economía peruana*
- Sobre la incapacidad en el gasto
- Del gasto público a los salarios
- Doce mil proyectos de calidad paralizados
- Se sienten pasos de Garrido Lecca
- La desesperación por gastar
- Carranza sí, Carranza no
- ¿Regresa la economía heterodoxa?
- El futuro ministro de economía: Mirko Lauer
- ¿Sólo el gasto público salvará a García?
- El keynesiano Carranza
Etiquetas: Economía, Economía peruana, Luis Carranza
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